Última actualización el octubre 18, 2024
Tiempo de lectura: 5 minutosPor: Agustín Vargas
- Apalancó la farsa del avión presidencial
- Recursos del Infonavit son de los trabajadores
- AIFA, especulación inmobiliaria
Con todo y sus defectos, errores, correcciones a sus propios datos y hasta aleccionamiento y subordinación al gobierno morenista, según las acusaciones de diputados del PAN, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) que encabeza el priista David Colmenares Páramo, está contribuyendo a la develación de la farsa de los supuestos beneficios económicos y sociales que enarbola el autollamada 4T.
En su revisión de la cuenta pública de 2020, la ASF encontró irregularidades por más de 60 mil millones de pesos en el manejo del gasto público durante el ejercicio de ese año.
Al leer algunos puntos del informe de la Auditoría Superior, nos llamó la atención el tema de la devolución de un cheque por dos mil millones de pesos a la Fiscalía General de la República, dinero que pertenece al Infonavit, o sea es patrimonio de los trabajadores de México.
El cheque estaba en poder del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, porque el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador en concepto de donación para apalancar la supuesta rifa del avión presidencial.
Cabe destacar que el pasado 26 de febrero del 2020 publicamos en este mismo espacio el silencio absoluto que el director del Infonavit mantuvo y sigue manteniendo a la fecha, sobre el tema de los dos mil millones de pesos que le pertenecen a la institución, organismo de participación tripartita (trabajadores, empresarios y gobierno).
En esa ocasión dijimos y lo volvemos a repetir que el tema no es asunto menor y si muy delicado y sensible, pues se trata del patrimonio de una de las instituciones pilares de la seguridad social de los mexicanos. Desafortunadamente pocos se han detenido a pensar en ese asunto y a quienes se supone deben velar por el bienestar de los trabajadores del país, parece no interesarles.
El gobierno no puede ni debe disponer de ese dinero libremente, ni ser entregado al llamado Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, ni a ninguna otra institución para que sea utilizado para el pago de los premios de supuestas rifas u otras ocurrencias del señor de Palacio.
El dinero del Infonavit pertenece legítimamente y por derecho a los derechohabientes del Instituto y la sociedad en su conjunto merecen una explicación sobre este tema en particular.
Lo cierto es que el asunto tiene historia y data del 2015, cuando Alejandro Murat era director del Infonavit. Su antecedente está en los contratos otorgados al grupo Telra Realty, para administrar las marcas registradas y la rehabilitación de diferentes desarrollos financiados por el Instituto. Dicha empresa tuvo devolver al Instituto dos mil millones por concepto de reparación de daños, ante el incumplimiento de contrato.
Especulación inmobiliaria
La inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Angeles, prevista para el próximo 21 de marzo, ha generado grandes expectativas en el sector inmobiliario y de vivienda, pues el impacto que se prevé en la plusvalía de las propiedades aledañas a la nueva terminal aérea, es mayúsculo. De ahí también que la especulación en los valores de los inmuebles se haya detonado y los precios en algunos casos se hayan incrementado en más de 100%.
En general, el sector inmobiliario en todo el país ha mostrado movimientos hasta cierto punto erráticos, con indicios de recuperación en algunas zonas.
Al inicio del año 2020 en México se tenía previsto crecimiento económico del 4% en el valor de mercado de un inmueble. Sin embargo, a causa de la pandemia por el Covid-19, las previsiones fueron sufriendo modificaciones y éstas continuarán a medida que avance el proceso de vacunación, así como las nuevas medidas que el gobierno para hacer frente a las nuevas cepas del virus.
En ese año, el sector inmobiliario registró una contracción de 9%, mientras que en el 2021, la industria tuvo un ligero crecimiento de 3.5% y los primeros datos disponibles de instituciones financieras apuntan a una expansión o incremento inmobiliario de 2.5% en 2022.
El sector inmobiliario tiene un comportamiento asimétrico, es decir, los niveles de oferta y demanda y, en general, los principales indicadores inmobiliarios, no suelen manifestarse de manera parecida en el subsector industrial, en el de oficinas o en el comercial, además de que los comportamientos varían por zona y región.
Se ha registrado también migración hacia colonias y ciudades secundarias, impulsados por la búsqueda de espacios más asequibles como reflejo de la situación actual de la vivienda, pero también de áreas más funcionales para hacer frente al nuevo reto de trabajo a distancia. Regiones como el Estado de México y Querétaro están viviendo un momento de impulso fuerte en su demanda inmobiliaria.
México incrementó 67% la demanda de inmuebles residenciales, comerciales, industriales, oficinas y terrenos en venta y renta en el primer cuatrimestre de 2021 versus el primer cuatrimestre de 2020, debido a una demanda acumulada que no tomó una decisión de inversión el año pasado por los altos niveles de incertidumbre económica.
Para este 2022 hay optimismo y una prospección positiva para el crecimiento del sector inmobiliario, con todo y especulación, por supuesto.
Desde 2018, apenas unas semanas después de que Andrés Manuel López Obrador fuera declarado presidente electo, se dio a tarea de impulsar la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Angeles en el municipio de Zumpango, Estado de México, en sustitución del aeropuerto de Texcoco, que ya tenía avances importantes en su edificación. La cancelación fue un simple capricho del hoy mandatario.
Pero al igual que ya pasaba en el proyecto Texcoco, la especulación inmobiliaria en torno al AIFA se desató desde entonces y los precios de los inmuebles en las zonas aledañas se dispararon. No hay que olvidar que uno de los argumentos más fuertes para detener la obra de lo que sería el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, fue precisamente la especulación y el supuesto enriquecimiento de quienes la llevaron a cabo.
En este sentido, cabe destacar que la inauguración del AIFA, prevista para el próximo 21 de marzo, ha generado grandes expectativas para el sector inmobiliario y de vivienda, pues el impacto que se prevé en la plusvalía de las propiedades aledañas a la nueva terminal aérea, es mayúsculo. De ahí también que la especulación en los valores de los inmuebles se haya detonado y los precios en algunos casos se hayan incrementado en más de 100%.
En general, el sector inmobiliario en todo el país ha mostrado movimientos hasta cierto punto erráticos, con indicios de recuperación en algunas zonas.
Al inicio del año 2020 en México se tenía previsto crecimiento económico del 4% en el valor de mercado de un inmueble. Sin embargo, a causa de la pandemia por el Covid-19, las previsiones fueron sufriendo modificaciones y éstas continuarán a medida que avance el proceso de vacunación, así como las nuevas medidas que el gobierno para hacer frente a las nuevas cepas del virus.
En ese año, el sector inmobiliario registró una contracción de 9%, mientras que en el 2021, la industria tuvo un ligero crecimiento de 3.5% y los primeros datos disponibles de instituciones financieras apuntan a una expansión o incremento inmobiliario de 2.5% en 2022.
El sector inmobiliario tiene un comportamiento asimétrico, es decir, los niveles de oferta y demanda y, en general, los principales indicadores inmobiliarios, no suelen manifestarse de manera parecida en el subsector industrial, en el de oficinas o en el comercial, además de que los comportamientos varían por zona y región.
Se ha registrado también migración hacia colonias y ciudades secundarias, impulsados por la búsqueda de espacios más asequibles como reflejo de la situación actual de la vivienda, pero también de áreas más funcionales para hacer frente al nuevo reto de trabajo a distancia. Regiones como el Estado de México y Querétaro están viviendo un momento de impulso fuerte en su demanda inmobiliaria.
México incrementó 67% la demanda de inmuebles residenciales, comerciales, industriales, oficinas y terrenos en venta y renta en el primer cuatrimestre de 2021 versus el primer cuatrimestre de 2020, debido a una demanda acumulada que no tomó una decisión de inversión el año pasado por los altos niveles de incertidumbre económica.
Para este 2022 hay optimismo y una prospección positiva para el crecimiento del sector inmobiliario, con todo y especulación, por supuesto.