Por: José Antonio Chávez
Cuando el Presidente pidió un análisis de cuántos votos se podían alcanzar en la revocación de mandato, la respuesta fue que entre 19 y 20 millones y que de esa cifra el 90 por ciento sería a su favor, es decir para que se quede.
La base de esas cifras fue sencillo, tan solo en los programas sociales se contaría con 20 millones de beneficiados y un 60 por ciento saldría a votar.
La otra parte le correspondería a la movilización del partido con su líder Mario Delgado y a los 17 gobiernos de Morena.
Tenían más que claro que apostarían todo a la movilización para mostrar musculo en un ejercicio que marcaría el laboratorio para el 2024.
Le aprendieron bien al viejo PRI de operar con la maquinaria, de derrochar recursos públicos y hasta comprar el voto porque, quien mejor que ellos que se han nutrido de priistas en su militancia, saben que es la clave para engrosar los números, así que ni cómo que los opositores les reclamen.
Pero, para que realmente le sirvió este ejercicio al Presidente, bueno, de entrada sabían que no lograrían el 40 por ciento del padrón para validar su permanencia o su salida. Sin embargo, conocerían el termómetro de aceptación a su gobierno y no le fue nada mal.
Ahora en el recuento de daños, que es otro tema, sin duda entrarán a la zonificación del voto para detectar los errores o carencia de oficio político de su militancia para operar, y con ese diagnóstico, entonces si poder corregir previo a las elecciones presidenciales del 2024.
Con los números que arrojen los estados, sobre todo donde gobierna Morena, será determinante para detectar quien trabajo o no de sus gobernadores.
También evaluar en los estados donde gobierna los opositores, para conocer el desempeño de su militancia y de sus liderazgos que les permita, con ello medir el grado de operación que, sin ser gobierno, lograron.
Son 17 gobiernos morenos que con base en sus números que consiguieron, se conocerá la capacidad de operación, y obviamente quien hizo la tarea.
Si bien no alcanzaron la meta, también es cierto que lograron cerca de 16.5 y 17 millones de votos, una cifra nada despreciable si se toma en cuenta que los opositores apostaban se lograría unos 11 millones y nada más.
Tanto el PAN de Marko Cortés como el PRI de Alejandro Moreno “Alito” pareciera que no les cae el veinte de dar el manotazo y cambiar su estrategia, pues no dejan de levantar la voz con su discurso obsoleto de querer descalificar que solo alcanzaron en Morena la mitad de los 30 millones del 2018. Están altamente desdibujados y pareciera que no se dan cuenta.
No pierda de vista que también el INE de Lorenzo Córdova, contribuyó con la buena organización para esta consulta porque, basta recordar que había voces morenas que los crucificaban de querer bloquear la participación. Les tapo la boca y ni hablar, ahí están los resultados de las casillas instaladas.
El ejercicio fue para ambas partes, para el Presidente porque midió fuerzas y puso en marcha su maquinaria rumbo al 2024 y así afinar para detectar donde se tenga que corregir y con ello apretar, tal vez con jalones de oreja a los gobernadores que incumplieron sus metas.
Y al INE, porque le permitió a Lorenzo Córdova y sus Consejeros detectar la forma de operación, que en algunos casos hasta cínica de los morenos, y llevar a cabo la instrumentación para amonestar o hasta encarcelar a quienes hayan cometido delitos electorales. Hoy el acarreo o compra de votos, son delitos graves.
Con este escenario, vamos a ver si el INE se faja los pantalones y le da por el lado legal y jurídico para amonestar o hasta encarcelar a los actores que operaron en estos acarreos, compra de votos, y anexas hasta de forma cínica. A ver si no les tiembla la mano.
Para el 2024, será una base importante para el INE que haya conocido esta operación de la Consulta, porque es una elección federal como las que se registran en las intermedias para renovar la Cámara de Diputados o presidencial. Con ello poner bajo la lupa la mapachería y, obviamente sus consecuencias.
Reducir del 40 al 20% para hacerla vinculativa
Si bien el Presidente se mostró satisfecho y externo estar muy contento con los resultados de la participación del 18 por ciento, también criticó que el INE haya sido el principal obstáculo, de entrada por instalar un tercio de las casillas, de 160 posibles solo 57 mil. Naturalmente que si se hubiese cumplido con el 100%, estaríamos hablando de por lo menos 23 a 25 millones de votos.
Por eso los acuso que pudieron haber hecho una mayor difusión, amarrar acuerdos con los medios para promover debates que levantaran opinión. Y que decir para el Presidente que está muy alta la vara del 40 por ciento y que debería reducirse al 30 o al 20 por ciento que sería lo más viable.
Ahora el pleito va a reforma eléctrica
Después de la revocación, ahora vamos a ver que deciden los panistas de Jorge Romero y los priistas de Rubén Moreira en la votación de la reforma Eléctrica. Si buscan desquitarse, pues simplemente se conservarán en su postura de rechazarla.
Si se sostiene la oposición, entonces el escenario para Morena de Ignacio Mier en San Lázaro y Ricardo Monreal en el Senado de la República, se verá más que complicado porque no podrán cumplir con la tarea del que manda en Palacio Nacional, aunque era bola cantada que el mismo Presidente ya lo esperaba.
Este martes será decisivo para conocer la ruta que tomará esa reforma, si los morenos y sus aliados convencieron para lograr los 56 votos que les faltaban, o simplemente tendrán que comer sapos con los resultados pronosticados, desde que nació esta reforma anunciados por la alianza del PAN, PRI y PRD, es decir un rotundo no.