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Corporativo

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Rogelio Varela-

El gabinete económico se reunió con productores de alimentos para revisar una estrategia para ampliar su oferta.

Alza en alimentos

Luego que los precios de los alimentos en marzo pasado escalaron más de 10 por ciento se han encendido las luces de alerta en el gobierno federal.

La idea del presidente Andrés Manuel López Obrador es ampliar la producción como una forma de hacer frente al alza de precios, pero en el corto plazo a decir de analistas y empresarios, será muy difícil incrementar la oferta de alimentos.

Por lo pronto, ya se realizó una primera reunión del gabinete con el sector privado y organizaciones campesinas.

En la encerrona realizada a fines de marzo pasado estuvieron el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, el titular de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, la secretaria de Economía Tatiana Clouthier y por parte de los empresarios estuvo el Consejo Nacional Agropecuario que preside Juan Cortina Gallardo.

En la reunión se analizaron temas de coyuntura como es el impacto en el campo en los precios de los fertilizantes que importamos de Rusia que se han elevado en más de 200 por ciento desde la invasión a Ucrania, y las sequias que han impacto a varias regiones del país.

Ambos factores amenazan con reducir la superficie cultivable, ya que en especial los productores de menor tamaño no pueden comprar fertilizantes a los precios actuales, lo que anticipa nuevas alza de precios en los alimentos, lo que afecta en especial a las familias de menores recursos.

El alza de precios tras el conflicto en Europa ha impulsado el precio internacional de maíz en más de 38 por ciento, el trigo 65 por ciento, mientras que frutos como el limón y el aguacate.

Para el limón el alza ha sido significativa, pues hace un año un kilogramo del cítrico costaba 20 pesos y ahora se encuentra en 90 pesos, mientras que el aguacate que tradicionalmente tiene un precio por kilo de 40 pesos ahora se encuentra hasta en 120 pesos.

Un tema especial por su peso en la canasta básica es el precio de la tortilla que  rebasó los 20 pesos por kilogramo en todo el país, y donde además de la subida en el precio delo maíz está expuesto a mayores costos de la electricidad y el gas.

Otro tema no menor que impacta la cadena productiva ligado al alza del maíz en los mercados internacionales y que pega al sector pecuario es que ha encarecido el forraje, además que las importaciones de trigo afectan los costos de la industria panificadora a todas escalas.

Uno de los planteamientos puestos sobre la mesa por el CNA es alcanzar con el gobierno una tregua regulatoria mientras se normaliza el mercado de granos a nivel mundial, ya que además de importaciones de maíz nuestro país depende de otras compras del exterior como son las oleaginosas.

Otra petición de los productores es que la secretaría de Hacienda busque espacios presupuestales para reanudar programas que había hasta el inicio de la administración que iban directos al campo y que prácticamente han desaparecido para entregarlos como programas sociales.

Como imaginará el tema de ampliar la producción de alimentos en el muy corto plazo es complejo, ya que tampoco un eventual control de precios como lo planteó en días pasados el primer mandataría sería el tiro de gracia para los productores.