Markus Allenspach
Seguimos creyendo que los inversionistas no se ven compensados por la volatilidad de los rendimientos de los bonos a largo plazo en este momento y siguen prefiriendo un riesgo crediticio moderado con una duración de hasta cinco años.
Los rendimientos de los bonos gubernamentales aumentaron en todo el mundo, con rendimientos a 10 años en los EE. UU. hasta el 0.3 % hasta el 3.3 %, en Alemania hasta el 0.1 % hasta el 1.65 %, en Italia hasta el 0.4 % hasta el 4.0 % y en el Reino Unido hasta el 0.2 % hasta el 2.53 % desde el viernes.
No hace falta decir que las últimas lecturas de estos rendimientos largos de bonos gubernamentales son máximos de varios años. Los impulsores del aumento son, ante todo, los bancos centrales.
El Banco Central Europeo sorprendió con la declaración agresiva de que espera que el crecimiento se desacelere, pero que las rápidas subidas de tipos serán básicamente inevitables.
El último movimiento ha sido impulsado por la especulación de que la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) podría aumentar su rango objetivo de fondos federales hasta en 75 puntos básicos; la decisión se tomará el miércoles.
Un informe del Wall Street Journal, un periódico que los funcionarios de la Fed han utilizado en el pasado para orientar las expectativas del mercado, sugirió la introducción de una serie de aumentos masivos de tasas que “sorprenderían al mercado”.
La pregunta es cuán grande es la sorpresa de tal movimiento cuando está tan bien propagado en los medios. De hecho, el mercado de futuros señala una probabilidad del 94.6% de un movimiento de ¾% el miércoles.
No podemos descartar que la Fed quiera cerrar la brecha al nivel de tasa neutral lo más rápido posible, dado el alto nivel de inflación general. Dicho esto, será más difícil para la Fed mantener este ritmo más allá del próximo trimestre, ya que se está acumulando evidencia de que la economía de EE. UU. está perdiendo impulso y los efectos básicos reducirán la tasa de inflación general.