Por: José Antonio Chávez
El presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, sin duda ya comenzó su campaña rumbo al 2024.
Obviamente quiere ser el candidato presidencial de la gran alianza del PAN, PRI, PRD y hasta Movimiento Ciudadano.
Desde su llegada como presidente de la Cámara baja, Creel ha buscado aprovechar todos los huecos que se le permita para poder hablar.
Desde luego que en su bancada panista lo ven con buenos ojos que les responda al propio Presidente sobre los insultos y criticas que a diario hace en las mañaneras.
El problema que enfrenta esa alianza hoy por hoy, es la falta de liderazgos que puedan contrarrestar a las famosas corcholatas de López Obrador.
Es decir, que contrarresten los candidatos de Morena con Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal, porque parece que son ellos los únicos que se disputan el país.
Esa ausencia de la alianza es el gran problema que en la sociedad, sobre todo los contrarios al proyecto del Presidente López Obrador, les está preocupando.
Por eso le aplauden a Santiago Creel que enfrente a esas criticas que no paran de demostrar a panistas, priistas y perredistas de no tener llenadera, de ser saqueadores del país y querer seguir con el tren de corrupción.
Creel en su visita en la Cámara de Senadores por la entrega de la medalla Belisario Domínguez, se soltó hablar de las aspiraciones presidenciales, habló también de la Ciudad de México y, con toda la libertad respaldó a la senadora Kenía López como una de las aspirantes con mayor fuerza.
Creel ha tocado las puertas de Palacio Nacional para poder visitar al Presidente López Obrador, hay pendientes, insiste y que se deben tocar urgente.
Que decir que la próxima semana se espera que busquen llevar, los morenos de Ignacio Mier la reforma Electoral y ya hay voces que gritan su descontento porque quieren presionar a los priistas para que voten a favor.
Los panistas no están nada de acuerdo que se quiera destruir la democracia con la suspensión del árbitro electoral. Quieren desaparecerla y quieren hacerla a su modo, esas son las denuncias.
Por eso Creel habla de la necesidad de entablar comunicación del legislativo con el Presidente porque se necesita atajar sigan estos atropellos que nada abonan al país.
En consecuencia, si Santiago Creel decide seguir con esta estrategia de contestón al presidencialismo, sin duda, tarde que temprano levantará ámpula y se pueda convertir en la figura que hoy está ausente en esa gran alianza.
Rubén Moreira: no habrá madruguete
Por enésima vez el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira salió atajar los rumores que soltó Morena: no habrá ni hay acuerdos para madruguete de la reforma electoral, vaya, que no habrá PRI-MOR.
Morena non tendrá los votos porque es el acuerdo que hicieron los líderes nacionales, Alejandro Moreno Alito, del PRI, Marko Cortés del PAN y Jesús Zambrano del PRD. No pasarán esas tres reformas, ni la Eléctrica, ni Guardia Nacional ni la Electoral. Y punto.
De la Madrid y Murat, los viables
De la pasarela de priistas para la presidencial, en el 2024, podemos rescatar a dos personajes con claras posibilidades y con seriedad. Enrique De la Madrid y Alejandro Murat. El resto parecería que solo buscarán patalear para ver que alcanzan o que les dan.
Es de risa que Beatriz Paredes y Claudia Ruiz Massieu, senadoras del PRI que simplemente han permanecido calladas en la Cámara Alta ante los embates del que manda en Palacio Nacional y quieran levantar la mano para la candidatura presidencial.
Idelfonso Guajardo y José Angel Gurría, así como el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo saben que son nulas sus aspiraciones por el escenario que vive el partido, no hay dedazo y no hay quien los empuje con autoridad de poder sobre la militancia.
Es decir, no está ni Peña Nieto ni Carlos Salinas en el poder para que se manifieste el dedazo y puedan llegar sin despeinarse como en aquellos años que mandaba el revolucionario.
Por eso, si en el PRI quieren ser serios, deben depurar esa larga lista de la pasarela y presentar, con toda seriedad los cuadros d ellos que realmente podrían ser competitivos y no arribistas.