Por: José Antonio Chávez
En el PRI están convencidos que la apuesta para el 2024 deberá seguir la línea por los jóvenes como se registró en las elecciones del 2021 que lograron, con esa propuesta recuperar terreno de 47 a 72 diputados federales.
Esa estrategia permitió aportar, con el PAN y el PRD, además de Movimiento Ciudadano quitarle la mayoría calificada a Morena y sus aliados del Verde y PT que poseían (334 de 500) y que le permitía aprobar todas sus propuestas sin oposición.
Tal vez por eso el enojo con el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” porque en automático eliminará a los viejos priistas de los llamados vividores que llegan por beca al Congreso.
Como dato, en sus primeras planificaciones como proyecto de l nuevo partido, de los 300 Distritos para la Cámara de Diputados, 200 al menos serán para jóvenes, hombres y mujeres.
De los 32 fórmulas, hombre y mujer para el Senado de la República, también el 50 por ciento será para jóvenes.
En el análisis del partido tricolor, Alito señaló que hay, más menos el 45 por ciento del padrón electoral de jóvenes, una cifra significativa que sin duda va decidir las votaciones en el 2024.
Para los priistas, la promoción que se hace en el país es para agrupar ese nicho que integran los jóvenes para, junto con los priistas de hueso colorado poder hacer una mezcla de experiencia y juventud que en estos momentos demanda el país.
En consecuencia, muchos de los priistas que lograban llegar al Congreso por la vía de las becas, o en su caso hoy en la reelección, quedarán fuera de las listas y esa es la verdadera preocupación y enojo contra el líder.
Como dato, en el Senado de la República de los 13 senadores que integran la bancada del PRI, solo la fórmula de Jorge Carlos Ramírez Marín, por Yucatán, logró ganar por mayoría del voto, el resto son becados como plurinominales, vaya una posición cómoda de no hacer campaña que les evitó la fatiga y hasta despeinarse.
Ese fue el problema que llevó al PRI a pique, las malas decisiones de los peñistas en manos de sus brazos ejecutores, Luis Videgaray y Miguel Angel Osorio, las primeras afectaciones fueron en 2016 que impusieron los candidatos al entonces líder nacional, Manlio Fabio Beltrones, pues ello originó que los panistas con Ricardo Anaya ganaron 7 de 12 gubernaturas.
En las elecciones del 2018 pasó lo mismo, por imponer las candidaturas al Senado y la Cámara de Diputados, el efecto de la Casa Blanca de Peña y lo gobiernos acusados de corrupción, llevaron al partido a la quiebra, pues de llegar en 2012 con 61 senadores en 2018 cayeron con 13 y de 241 diputados terminaron con 47.
Ahora, baso ese escenario de imposiciones, en 2024 el plan del PRI es hacer ese equilibrio que le permita refrescar al partido que gobernó históricamente.
Hoy saben que necesitan refrescar y modificar el partido con sangre nueva que se identifique acorde a los tiempos y adaptarse a las nuevas dinámicas que se perdieron por los abusos de liderazgos y gobiernos para favorecer sus intereses y no los del partido.
El sexenio pasado de Enrique Peña Nieto es el claro ejemplo de cómo los destruyeron al imponer candidaturas hermanas y no de la militancia, hoy ahí están las consecuencias, dejaron un PRI destartalado que necesita oxigeno con urgencia. Por eso, el proyecto de reingeniería es la apuesta por los jóvenes.
A la calle dos de presidenciables, Romero Hicks y Creel
El diputado por Guanajuato y aspirante presidencial, Juan Carlos Romero Hicks mostró musculo político en su primer informe legislativo. Dicen los que saben que logró una buena convocatoria al agrupar no solo a sus liderazgos del partido, como Jorge Romero hasta el líder del partido, Marko Cortés, sino a sus pares de las diferentes bancadas, como al también presidencial, Ricardo Monreal mandamás de Morena en el senado; así como la priista Beatriz Paredes, de MC, Jorge Alvarez Maynez, Salomón Chertorivsky y el ex gobernador Ignacio Loyola.
También el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel aprovechó el fin de semana para volantear en las calles de la capital de Nuevo León, en una defensa para evitar desaparezca el INE. Es parte de la estrategia del diputado panista para buscar el apoyo de los mexicanos, sobre todo los anti-AMLO.
Obviamente, el mensaje en la defensa es que el Presidente quiere apoderarse del INE y le restregó que la máxima oligarquía en el país, se llama Morena.
Estar en la sultana del norte, Creel aprovechó para reunirse también con el alcalde o presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio y Agustín Basave, ex líder del PRD. Qué platicarían, pues simplemente los amarres para cerrar filas, si tomamos en cuenta que son panistas y de MC y la ruta es la mismo: rumbo a la Presidencia de México en 2024.