Por: José Antonio Chávez
En Morena comenzaron armar sus equipos las corcholatas, que incluyen al líder del Senado, Ricardo Monreal.
La semana pasada le comenté que Marcelo Ebrard sumó en su cuenta de operadores más cercanos para su campaña, a la senadora Malú Micher y el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto.
Ebrard no quiere dejar un día sin hacer campaña, apostará todo para recibir la candidatura que se la debe el propio Presidente López Obrador.
Sabe que Claudia Sheinbau, una delas consentidas de Palacio Nacional se está desmoronando y quiere aprovechar para recuperar esos votos. Ebrard y Sheinbaum traen también un pleito a navaja limpia pero guardando las formas, es decir, sin confrontarse físicamente.
La estrategia es fuego amigo filtrando, de ambos bandos el lodazal de sus gobiernos y el Metro es el tema central, los desvíos de la línea Dorada de Ebrard y de Sheinbaum la falta de mantenimiento actual que ha registrado los accidentes que le han costado severa merma a la jefa de Gobierno que la llevan en caída libre.
Bueno, en el armado de equipos, ayer tocó el turno también a Monreal que presentó a sus operadores para los 300 distritos electorales que conforman el país.
La idea de Monreal es promover, a través de unos dos mil mensajeros que conforman este proyecto, su proyecto de nación en un movimiento denominado Reconciliación por México.
Monreal lleva como brazo derecho de su movimiento al ex alcalde de Cuauhtémoc, Néstor Núñez y Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente en el Senado.
No crea que son temas ligeros esos nombramientos, anote que Néstor Núñez ocupó la alcaldía más política de las 16 de la Ciudad de México, que decir de ser la cuna de René Bejarano y Dolores Padierna, dos personas de las más cercana a López Obrador y que se sienten despojadas por el equipo monrealista.
También esa alcaldía está en manos de la panista, Sandra Cuevas que a decir de Claudia Sheinbaum, es gente de Ricardo Monreal.
La alcaldesa se ha convertido en una piedra de gran tamaño en el zapato de Sheinbaum, apenas la semana pasada en las instalaciones de esa demarcación, un chivatazo de una ex candidata rescatada por Monreal, llevó que detectaran un cargamento de publicidad contra la jefa del gobierno de la CDMX.
Acusaron a la alcaldesa de esta guerra sucia e incluso le quieren fincar, dentro del pleito a navaja limpia Sheinbaum-Monreal, responsabilidad de desvío de recursos o utilización de los mismos para estas campañas negras.
Sheinbaum no le perdona a Monreal de su derrota en 2021 donde le arrebataron 9 de las 16 alcaldías que la tienen al borde de una caída estrepitosa de la Ciudad de México en el 2024. Hoy los números le favorecen a la oposición que conforman el PAN, PRI, PRD y hasta Movimiento Ciudadano.
Hoy Ebrard como Monreal están en constante comunicación en lo que pareciera ser una dupla rumbo al 2024, ambos saben que tienen que aprovechar la caída de Sheinbaum que la deja con un pie afuera por los múltiples problemas del Metro. Esa baja también provocó que surgiera como emergente en la carrera al que despacha en Gobernación.
Va PAN por recoger propuestas ciudadanas
Los panistas anunciaron su recorrido por el país para recabar las voces de los ciudadanos que les permita construir un plan de trabajo o, como le llaman de forma ejecutiva un Plan de Gobierno.
Su líder nacional, Marko Cortés adelantó que será importante conocer de esas voces ciudadanas para saber qué se necesita o cuáles son las carencias que se requieren corregir para los gobiernos futuros.
Sobre todo, Marko Cortés quiere tomar en cuenta a todos los sectores ciudadanos, las Ong´s, los profesionistas, el empresariado, etcétera.
La idea es armar una plataforma que lleve la participación ciudadana, pues para los panistas es necesaria la participación de esos sectores para enfrentar el 2024 con mayor peso y posibilidad de ganar la Presidencia de México.
No pierda de vista que Ricardo Anaya desde hace dos años inició esos recorridos que fueron suspendidos por el proceso que le armaron en el gobierno federal por aquello de los moches para las reformas estructurales del sexenio de Peña Nieto.