Por: José Antonio Chávez
Desde luego que la concentración de ayer en el Zócalo genera preocupación para cualquier gobierno en turno.
Naturalmente que la cifra no deja de ser una muestra de la inconformidad en contra del que manda en Palacio Nacional y que sin duda prende focos rojos.
Es una estampa que en los primeros dos años no se registraba en esos niveles, incluso el propio Presidente seguía con una aceptación en las calles, aeropuertos, plazas públicas con eventos presidenciales, con gobernadores y alcaldes.
No había una sola persona que le reclamara o que lo enfrentara, todo, para el Presidente era de aceptación porque lo veían bien en su peculiar forma de gobernar.
Hoy a cuatro años de su gobierno, el escenario para López Obrador es otro, las condiciones son otras y hay descontento de mucha gente.
Ahora en los vuelos comerciales que tanto presumía utilizar para no tomar el avión Presidencial, recibe reclamos, lo enfrentan y lo hacen perder la serenidad y al final del día se le ve molesto.
Pasa los mismo en las calles, en las salidas de los aeropuertos y en los eventos donde lo han interceptado, incluso de frenar su convoy, vaya cerrarle el paso. Ya no goza de total aceptación como esos primeros dos años.
La escena de ayer con miles de ciudadanos en las calles del país, en la defensa del INE, detona ese hartazgo y hasta encabronamiento de un gran sector de la sociedad que, sin temor a equivocarnos podríamos determinar un país partido o dividido.
Son números de inconformes que no pueden ser tomados de forma ligera, son preocupantes y no se ve que vaya a ser atendido desde Palacio esta manifestación en su contra.
No pierda de vista incluso que los de Morena y el Presidente comiencen con las descalificaciones de esta marcha o concentración y lejos de buscar enderezar los yerros señalados por esa sociedad, se empeore con otros ataques.
Es la concentración de ciudadanos que integró a los mismos partidos políticos de oposición del PRI, PAN, PRD y hasta Movimiento Ciudadano. A la clase política y los intelectuales.
Por eso se entiende la presencia de sus lideres, Alejandro Moreno “Alito”, Marko Cortés, Jesús Zambrano.
Que decir de la clase media que abarrotaron esa plancha del Zócalo, de empresarios, de comerciantes de todos los calibres que se han visto desfavorecidos por la violencia sin que la autoridad haga algo para atender y sanar.
Ahora vamos a ver que responde el Presidente que, conociendo su línea sin duda buscará descalificarla. Sin embargo, al interior de Palacio esta movilización registró preocupación y prendió, de nueva cuenta focos rojos, aunque en el exterior no le den la importancia o al menos así lo disimulen.
Reformar poder judicial urgente
En el tercer año de este sexenio, el líder del Senado, Ricardo Monreal desnudó la cloaca de magistrados o jueces que llevan años en el poder y se han servido con la cuchara grande.
Había casos específicos de juzgadores que mantenían un poderío en sus sedes adscritas, es decir manejaban a su antojo los puestos de los empleados y los recursos económicos. Desde luego que no gusto para nada.
Bueno, ahora Monreal de nueva cuenta tocó el tema que el Poder Judicial requiere de reformas profundas para recuperar la confianza ciudadana en la impartición de justicia y enfrentar a los grupos de la delincuencia organizada que ahora quieren intervenir en los procesos electorales.
Naturalmente que hay mucho casos en el país donde acusan la intervención de la delincuencia organizada en los procesos electorales, desde imponer a sus gallos hasta hacerlos ganar. El dinero no es problema.
Monreal en su visita en Morelia, reflexionó que ahora esas células criminales, que antes solo se dedicaban al cultivo, comercialización y traslado de las drogas, ahora se extendieron a la extorsión y cobro d piso hasta la protección a los huachicoleros. Y desde luego que ahora se ha generado un problema serio en los pueblos y en su agricultura que reconoce no se puede ocultar.