Última actualización el octubre 18, 2024
Tiempo de lectura: 4 minutosPor: Agustín Vargas
- Vigente aún transición para reclamos
- Límite a beneficios
- Deuda pública supera la de 2018
- Inicia carrera alcista del 2023
Al entrar en vigor el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el 1 de julio de 2020, se abrogó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte; sin embargo, el plazo para someter reclamaciones a arbitraje bajo la protección del TLCAN expira tres años después de la terminación del primer tratado.
De ahí que los inversionistas que tengan alguna reclamación en el marco del T-MEC deben estar listos para presentar su notificación de intención de someter sus reclamaciones a arbitraje antes del 30 de marzo de 2023.
Es por ello que quienes tienen o tenían un posible reclamo en contra de México como Estado receptor de una inversión, debieron tomar algunas medidas antes someter sus reclamaciones a arbitraje, por ejemplo:
Después de que haber transcurrido seis meses desde los acontecimientos que dieron lugar a una reclamación; debieron intentar resolver el reclamo a través de consultas o negociaciones con el gobierno mexicano a más tardar el 30 de enero de 2023; los inversionistas deben entregar la notificación por escrito de su intención de someter una reclamación a arbitraje al menos 90 días antes de que se presentar la reclamación, es decir, a más tardar el 30 de marzo de 2023.
Sin embargo, según sostienen especialistas, no todo está perdido, pues aquellos que no tienen una reclamación a la fecha, deben de pensar en el treaty shopping para buscar un tratado que proteja sus inversiones.
El treaty shopping es un mecanismo de abuso de los convenios o tratados, consistente en que un residente de un tercer país mediante una operación internacional que involucre la participación de una persona residente en uno de los dos Estados contratantes del Convenio disfrute de forma indirecta de las ventajas o beneficios derivados de la aplicación de las disposiciones del mismo, a lo cual no habría tenido derecho de efectuar alguna operación de forma directa.
Este tipo de acciones implican reorganizaciones o reestructuraciones corporativas de alta complejidad para calificar como nacional de un Estado que tenga celebrado un Acuerdo de Protección Recíproca de Inversiones (APPRI) con México; procedimientos que requieren del más alto nivel de asesoría.
Jair Bravo, Socio Director de Bravo Abogados, es especialista en temas comerciales internacionales y nos explica que el no optar por este tipo de protección puede atraer situaciones adversas a los inversionistas extranjeros e incluso nacionales en México. “Se cuenta todavía con un plazo razonable para analizar la mejor jurisdicción, diseñar e implementar este tipo de planeación”, comentó.
Limite a beneficios
Tanto el TLCAN como el T-MEC contienen disposiciones que protegen los derechos de los inversionistas de una parte contratante que invierte en el territorio de los otros inversionistas contratantes, explicó el abogado.
El T-MEC es un tratado de nueva generación que limita beneficios en materia de protección a la inversión extranjera. Sin embargo, México tiene celebrados 12 tratados de libre comercio con 46 países y 32 Acuerdos para la Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIS), muchos de los cuales son tratados de vieja generación que protegen en mayor medida a la inversión extranjera en México.
Entre las industrias más afectadas se encuentran las de tecnologías de la Información, comunicaciones, energía, fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos, automotriz, alimentos, siderúrgica, metalúrgica, química, gases industriales, papeleras, petroquímica, petróleo y gas, farmacéutica, salud, tabaco, minería, transporte, textil, entretenimiento y construcción.
Deuda pública supera la de 2018
Como es natural en las circunstancias actuales, con derroche de recursos públicos para solventar ocurrencias y caprichos gubernamentales con claros objetivos político-electorales, el costo del servicio de la deuda se elevó fuertemente en el 2022. Superó en 10% su nivel del 2021 y representó el 2.9% del PIB, su mayor porcentaje desde el año 2000.
Como resultado final de las finanzas gubernamentales, al cierre del 2022 la deuda pública (medida como el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público) ascendió a 14 billones 092 mil millones de pesos, lo que significó aumentos de 987 mil millones de pesos respecto a 2021 y de 3 mil 540 millones respecto a 2018. Estos incrementos son significativos, pues equivalen respectivamente a 3.4 y 12.4 puntos porcentuales del PIB de 2022.
La evolución del saldo de la deuda neta total del gobierno federal, que incluye la deuda interna y la externa en la administración de la 4T es más que preocupante y, sobre todo, engañosa. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda, al 30 de noviembre de 2018, es decir, cuando concluyó la administración anterior, el saldo era de 389 mil 512 millones de dólares.
Al 30 de noviembre de 2022, el saldo de la deuda neta total fue de 570 mil 942 millones de dólares. Es decir, en estos cuatro años de gobierno del señor López Obrador se han agregado otros 181 mil 430 millones de dólares al saldo de la deuda neta total, casi la mitad del saldo que se registraba al momento en el que el inquilino de Palacio Nacional asumiera el cargo de presidente de México.
Inicia carrera alcista del 2023
Los participantes de la más reciente Encuesta Citibanamex de Expectativas (ECE) anticiparon que el siguiente movimiento en la tasa de interés objetivo del Banco de México será de un alza de 25 puntos base este mes. Las proyecciones medianas para la tasa de política monetaria al cierre de año se mantuvieron sin cambios en 10.50% y 8.25% para 2023 y 2024, respectivamente.
Respecto a las estimaciones de inflación general anual para el cierre de 2023, aumentaron a 5.15% desde 5.10% hace quince días, mientras que para la inflación subyacente crecieron a 5.04% desde 5.00% anteriormente.
Las proyecciones para la inflación general al cierre de 2024 permanecieron en 4.00% (sin cambios respecto a la quincena anterior), mientras que para la inflación subyacente aumentaron a 3.95% desde 3.90% previamente. La expectativa mediana para la tasa de inflación anual promedio en 2025-2029 se mantuvo sin cambios en 3.70%.