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Corporativo

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Rogelio Varela-

Vuelve a surgir el sospechosismo en la contratación de servicios de limpia en el Instituto Politécnico Nacional.

Mano negra en el Poli 

Quien está a punto de quedar al descubierto en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), que dirige Arturo Reyes Sandoval, es el director General de Recursos Materiales e Infraestructura, José Alonso García Salazar, o al menos así lo indica la reciente suspensión de la compra IA-11-B00-011B00001-N-90-2023.

Lo comento porque el titular del área de Responsabilidades del Órgano Interno de Control, Rubén Gómez Montes de Oca, ordenó un día antes del fallo previsto para el 23 de febrero pasado que se pusiera freno a la adquisición de servicios de limpieza tras detectarse irregularidades procesales.

Entre los antecedentes de dicho concurso resalta que por tratarse de  invitación restringida no dio tiempo a la tradicional Junta de Aclaraciones, por lo que como se esperaba una serie de integrantes del sector manifestaron su interés por participar, acompañado de una serie de interrogantes que ponían en duda la legalidad de los requisitos, pues existirían algunos no aplicables al servicio que limitarían la libre competencia, y que no se encuentran previstos en el Contrato Marco, elaborado y vigilado por la Secretaría de Hacienda y la Función Pública, de Rogelio Ramírez de la O y Roberto Salcedo, respectivamente.

El problema es que dicho funcionario es recordado en el sector limpieza por su estrechez de lazos de García Salazar con José Juan Reyes Domínguez, a quien se ubica debido a los contratos acumulados mediante una serie de razones sociales con las que se encontraría vinculado y simularía competencia.

Y es que en su momento García Salazar se desempeñó como director de Servicios Generales cuando la Secretaría de Salud, de Jorge Alcocer Varela le entregó un contrato por 407.8 millones de pesos al consorcio integrado por Aseo Privado Institucional, Comercializadora Morelos Servicios y Sistemas Institucionales para Inmuebles, y Cleanium, relacionadas en el sector al empresario conocido como ‘rey de la limpieza’.

Ante ello, no queda fuera del análisis que durante el desarrollo del proceso en el Poli, la firma Comercializadora Morelos Servicios y Sistemas Institucionales se anotó en propuesta conjunta con Grupo Puliza Servicios Empresariales y Servicio Nanolimpieza; aunado a que figura en una denuncia donde un extrabajador de Gerlim, otra de las jugadoras del nicho, acusaba que ésta compañía se coordinaba para simular competencia junto con otras como Grupo Relissa Servicios Corporativos, Tecnolimpieza Delta y Green Mamba Services, por mencionar algunas de las firmas que tendrían detrás a José Juan Reyes Domínguez.

Pondere además que dentro de la compra del IPN se prescindió del Registro de Prestadoras de Servicios Especializados (REPSE) y, casualmente, Cleanium, así como Servicios Inmobiliarios Iroa y Limpieza Jored, perdieron su lugar en el padrón con el que la Secretaría del Trabajo de Luisa María Alcalde regula a las subcontratistas.

El caso es que tanto en el Casco de Santo Tomás como en Zacatenco se habla de mano negra en la contratación de servicios de limpieza en el Poli.