Por: José Antonio Chávez
Un buen susto registró la suspensión ayer domingo de la gira que realizaba el Presidente Andrés Manuel López Obrador en la blanca Mérida, en Yucatán.
De repente la movilización y el traslado inmediato a la Ciudad de México, tanto la televisión de Telesur como los diarios locales reportaban la ruta que tomaría el Presidente con el auxilio de helicópteros del Ejército.
En primera instancia hablaban de un infarto, se expandió como reguero de pólvora, más tarde confirmaban su llegada al hospital Militar en la CDMX.
Los medios locales daban por hecho un desmayo y que por ello fue la urgencia de suspender la gira, si bien el Vocero Jesús Ramírez desmintió el hecho y que no hubo tal desmayo, tuvo que salir el Presidente López Obrador para informar, en sus redes que dio positivo a Covid y que se resguardaría unos días. La mañanera la encabezará el secretario de Gobernación, Adán Augusto, dijo. Además, que su corazón está al 100.
López Obrador se ha contagiado varis veces del virus Covid, la primera vez le tocó a la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero atender las mañaneas al menos una semana, tiempo que se repetirá hoy con Adán Augusto.
Antes de ser Presidente, López obrador sufrió un infarto en la antesala de aprobar la reforma energética en el pasado sexenio de las conocidas como estructurales en el Pacto Por México el 3 de diciembre 2013.
Su hijo Andy, anunció que por ello su padre, como dirigente de Morena no podría participar en el cercó al Senado. Al final, le tocó a él encabezarlo, junto con un numeroso grupo de adultos mayores.
Con este nuevo contagio, el Presidente ha registrados tres veces este padecimiento que en automático lo lleva a ausentarse de sus actividades.
Difícilmente se sabrá realmente que ocurrió, si hubo o no desvanecimiento y si se registró ese infarto, solo los militares lo saben y serán ellos los que guarden en su ronco pecho la verdad.
Sin embargo, las muestras de apoyo, como en aquel 2013, comenzaron a fluir a partir del Twitter Presidencial.
Obviamente sobresale de los líderes de los partidos de oposición, los mismos que en política no los baja de corruptos y que no tienen llenadera, pero saben, ambos que cuando es de solidaridad por la salud, todo queda atrás.
Semana crucial para sacar INAI
El líder del Senado, Ricardo Monreal llamó para apostarle al dialogo a finde desahogar la amplia agenda legislativa que tienen pendiente.
Desde luego que el tema más significativo y con mayor presión a su bancada es la designación de los tres consejeros del INAI.
Los panistas tienen tomado el pleno del Senado en presión para sacar esos nombramientos que mantienen paralizado a ese instituto de la transparencia y que tiene al menos unos 500 asuntos por resolver.
En la entrega de la Medalla Belisario Domínguez de la semana pasada, se abrió el compromiso de guardar respeto a los opositores para no manchar esa ceremonia que galardonarían a Elena Poniatowska.
Monreal hizo ese compromiso un día antes en el senado con los panistas para evitar que se le fueran a la yugular al secretario de Gobernación, Adán Augusto y lo cumplieron.
Sin embargo, la senadora Sasil de León, del partido sin registro Encuentro Social, y afines de Morena, reventó el acuerdo en su intervención en tribuna, les atizó a los ministros por haber echado atrás que pasara la administración de la Guardia Nacional a la Sedena.
Vaya, repitió el mensaje del Presidente López Obrador que los llamó, a los 8 que la aprobaron, un acto de corrupción y que no actuaron bajo la base jurídica sino política. Obviamente que fue plan con maña para deshacer el acuerdo monrealista y ya se habla que la mano negra fue de un tal Cravioto