Por: José Antonio Chávez
El nuevo INE, o los nuevos mandamás que sustituyeron a Lorenzo Córdova y compañía, difícilmente aplicarán la ley a las múltiples denuncias contra las corcholatas de actos anticipados de campaña y el derroche de recursos, que en algunos casos señalan que son del erario.
La inercia los está llevando a ingresar la nueva ley electoral con mayor flexibilidad y darle carpetazo, en su aplicación de las demandas de los partidos opositores, con una salida política.
Es decir, el INE que ahora comanda Guadalupe Taddei Zavala simplemente dejarán que corran las precampañas tanto de las corcholatas Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal sin hacer acuse de recibos por los gastos o eventos realizados.
En Morena, su líder Mario Delgado sabe que la autoridad electoral deberá entrar en la actualización de la nueva dinámica que se está aplicando en los partidos políticos con nuevos nombramientos para la selección de las candidaturas a cargos populares.
Para nadie es secreto que Mario Delgado impulsó, desde la creación de Morena los cargos para competir por gubernaturas como Coordinadores de Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en lugar de candidata o precandidata para evitar violentar los reglamentos electorales.
Y le dio resultado porque así han logrado avanzar en 22 estados donde han ganado, bajo esa figura de selección interna las gubernaturas.
En consecuencia, los morenos criticaron a los opositores del PRI, PAN, PRD y hasta Movimiento Ciudadano que no se metan en esta línea y se sigan atrasando, por su falta de acuerdos.
Y obviamente la razón entonces es que ellos, losopositores están en el mismo derecho o en esa misma laguna jurídica o arreglo político para salirle, sus candidatos o precandidatos o como les quieran llamar a sus recorridos al igual que las corcholatas.
Con esta nueva modalidad para la candidatura presidencial, prácticamente se está adelantando las campañas con un año a la fecha de elección, una ventaja marcada que surte, sin duda una mayor opresión para los opositores que le salgan al ruedo y evitar dejar crecer más el margen de ventaja.
Las corcholatas saben que la instrucción del que manda en Palacio Nacional es echarle toda la carne al asador, sin dejar de hacer la tarea de criticar las resoluciones de los ministros, del Poder Judicial, de los propios diputados y senadores opositores y más. Vaya, no dejarlos descansar.
A la basura los agachones junto con Omarcito
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” simplemente reaccionó a las renuncias de los once diputados del PRI en Hidalgo y el propio ex gobernador, Omar Fayad, los tachó que son unos sinvergüenzas y traicioneros, que dejaron el partido y sirvieron de esquiroles a Morena por el miedo a que los acusaran de corrupción, vaya, algo así, como que los asustaron con el petate del muerto.
La historia en Hidalgo se registra por el berrinche que hizo el entonces gobernador, Omar Fayad porque no le dejaron poner su candidato para la sucesión de su gobierno.
Fue tan grande el berrinche o encabronamiento, que Omar Fayad ordenó trabajar, a todo su equipo a favor del candidato de Morena, el actual gobernador, Julio Menchaca.
Las criticas d ellos priistas después de los resultados, es que Fayad entregó el estado y que sin duda sería recompensado, como otros más ex gobernadores del tricolor con una Embajada o cargos en el gobierno de López Obrador, ese sería el pago.
Bueno, ayer Ricardo Monreal confirmó que Omar Fayad ocupará una representación en el gobierno actual. Cuál será ese pago, veremos en los próximos días.
Alito no descartó que en delante se registren nuevas renuncias, las cuales atribuyó a una estrategia del gobierno de López Obrador para hacer creer a la gente que hay una desbandada en el PRI.
Esas renuncias pudieran ser los cuatro senadores que cite en la columna pasada, Miguel Angel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Nurbia Mayorga y Eruviel Avila, son el mismo grupo que buscaron derrocar a Alito de la dirigencia nacional del partido, y al no poder les reviraron con la guillotina de cortar la cabeza de la coordinación de la bancada tricolor al que también fuera gobernador de Hidalgo.
El dolo de Osorio Chong es que en ese pleito con Alito no gozará de la reelección y mucho menos de un nuevo cargo al concluir su tarea de senador en el 2024. Ojo, el actual gobierno tiene un expediente muy gordo cuando fue secretario de Gobernación y se registró un quebranto de miles de millones de pesos en la entonces Policía Federal que estaba a cargo de su dependencia.
Evitar que le rasquen cuando deje el fuero, atiende tal vez su salida del PRI para irse a otra fuerza política en busca de acuerdos para evitar sigan las indagatorias. A ver qué pasa.