Por: José Antonio Chávez
El proceso que implementó Morena para seleccionar la candidatura Presidencial, parece que no será tan transparente, o al menos eso es lo que está pasando por la mente de Marcelo Ebrard.
Con sus recientes declaraciones, el ex Canciller da entender que ya no se la está creyendo que se pueda registrar un proceso limpio y claro para la selección del candidato.
Ebrard como Ricardo Monreal y Adán Augusto saben que las encuestas que al final del día decidirán a la o al triunfador, pueden salir de salva, es decir truqueadas, pues si hay cuatro empresas que aportaran los resultados, la que decidirá será la del partido Morena.
Esa parte es la que ha generado esa desconfianza que llevó a Ebrard alzar la voz y adelantar, lo que era un secreto a voces, que si le hacen una chicanada entonces habrá ruptura.
El problema de las encuestas de Morena es que nadie las cree más que el que las gana, todas, sin excepción, salen de Palacio etiquetadas, la última de ellas fue la que se registró en Tamaulipas, ahí le dieron el triunfo al senador Armando Guadiana sobre el que se perfilaba candidato natural, Ricardo Mejía, un político joven que lidereaba todas las casas encuestadoras.
Basta recordar también las que se realizaron en el 2018 para la candidatura a la jefatura de Gobierno de la CDMX entre Claudia Sheinbaum y Ricardo Monreal.
Adán Augusto desnudó que en esas encuestas, que encabezaba en todas Monreal, al final en la de Morena fue manipulada para darle el triunfo a Sheinbaum y mandar a Monreal al cuarto sitio, abajo incluso de Gerardo Fernández Noroña, una de las más grandes cochinadas consumada.
Por eso Ebrard no quita el dedo del renglón que le puedan hacer una chicanada para darle el triunfo, como se ha hablado desde el principio a Claudia Sheinbaum que es la consentida del Presidente, vaya un dedazo disfrazado.
Si es ese el resultado, no pierda de vista que se registrará un descalabro al interior, Ebrard puede desnudar esa traición ejecutada por el líder del partido, Mario Delgado y entonces cumplirá su salida que le puede costar caro para la elección presidencial.
Sin embargo, Adán Augusto puede disciplinarse y adherirse sin problemas, pues la crisis que vive por la diputada de Chihuahua, Andrea Chávez por la Jiraba que le regaló y los viajes en avión del Ejército para su familia, lo dejaron fuera de la juagada Presidencial.
Adán ahora se perfila, en esa disciplina como coordinador de la bancada en la Cámara de Diputados, en un premio de consolación o de salvación. Por eso no le seguirá los pasos a Ebrard en esa inconformidad para romper con el partido después de los resultados de las encuestas para la selección de la candidatura de las corcholatas.
Mientras que Ricardo Monreal ha echado a andar toda su vagancia política y ha centrado la mayoría de sus eventos en la Ciudad de México, sin duda después de las encuestas lo designarán candidato a suceder a Sheinbaum.
En 2018 se la debían, el Presidente lo sabe y por eso fue el acuerdo, competir por la candidatura Presidencial, pero la realidad es que será el candidato a jefe de Gobierno de esta gran ciudad capital. En consecuencia, tampoco habrá ruptura de ese lado ante los inminentes resultados que favorecerán a Sheinbaum.
Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velazco del PT y del Verde, simplemente estarán en la tómbola de premios de consolación, si ganan, en Morena la Presidencia del 2024, tendrán sin duda espacios en el gabinete. O repetir en el Congreso.
Dialogo con expriistas senadores, vale su voto
El presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de la bancada de Morena en el Senado de la República, Eduardo Ramírez adelantó que seguirá dialogando con todos los senadores independientemente si tienen o no partido político. Ello a raíz de la renuncia a la bancada del PRI de Miguel Angel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Nuvia Mayorca y Eruviel Avila.
Desde luego que el líder del senado, sucesor de Monreal, sabe la importancia de esos cuatro senadores que estaban en contra de Morena y que formaban parte del bloque opositor. Hoy los tiene a merced para jalar, disfrazados o cínicamente sus votos para su proyecto de la 4T.
Morena goza de 64 senadores con sus aliados, le faltaría un voto para tener la mayoría simple de 64 más uno, ahí están la clave de esos cuatro ex priistas que no será necesario que le den su voto, simplemente con no asistir al pleno, es más que suficiente para favorecerles. Por eso no los pierda de vista, ni a los priistas ni al mandamás de la Cámara Alta que buscará, sin duda esas jugadas maestras que les den resultados porque estará bajo la lupa del que manda en Palacio, y del buen trabajo que haga puede recibir de premio la candidatura para Chiapas. Ojo.