Por: José Antonio Chávez
La nota la dio Marcelo Ebrard al denunciar el cochinero que se fraguó en las encuestas de Morena, automáticamente manchó el triunfo de Claudia Sheinbaum que era bola cantada su candidatura desde hace tres años por el apapacho del Presidente López Obrador.
Era del dominio público la cargada con Sheinbaum, anote unos 20 gobernadores a favor de la jefa de gobierno que echaron toda la carne al asador para lograr su imposición fraguada, obviamente desde Palacio Nacional.
Tenían todo calculado que no había necesidad de filtrar las encuestas, porque los resultados se fraguaron con las votaciones que impusieron en sus entidades a favor de Sheinbaum, por eso la filtración no se dio porque los perdedores hubiesen sido los de Claudia.
Ebrard y Ricardo Monreal desde el principio sabían que había una consentida de Palacio Nacional, ella era, precisamente la jefa del gobierno por el capricho Presidencial de marcar en la historia por primera vez una mujer Presidenta.
La queja fue desde el principio, Ebrard y Monreal denunciaban piso parejo, que no estarían de acuerdo en aceptar una imposición.
Después de las confrontaciones, en la antesala de comenzar el proceso para designar la candidatura, el Presidente López Obrador tuvo que intervenir y con un manotazo en la mesa y un jalón de orejas a las corcholatas ofreció distribuir los cargos del Congreso, la dirigencia del Partido y más.
Los hizo firmar ese acuerdo, que a aquellos que no les favorecería los resultados, recibirían, prácticamente esos premios de consolación.
Monreal es probable que se vaya como candidato a la Jefatura del gobierno de la Ciudad de México, mientras que Adán Augusto estaría en la coordinación del Senado o Diputados e incluso el partido, en caso que Ebrard les bote su partido.
Ignacio Mier, como mandamás en San Lázaro, andaba muy movido buscando conciliar a sus 200 diputados. Su llamado es unidad, porque sabe que hay legisladores encabronados.
En Palacio se prendieron focos rojos por las declaraciones de Ebrard que hoy está con un pie fuera del partido.
Los gritos contra Mario Delgado de Ebrard que acusó que junto con Morena se parecen cada vez más al viejo PRI, irritaron al que manda en Palacio Nacional.
No cambiarán nada, pero sí, en cambio, Ebrard marcó una herida al interior de Morena y exhibió que las encuestas, como dijera el propio líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito”, fue una farsa.
El lunes Ebrard ofrecerá un mensaje sobre su postura de estos resultados, aunque puede adelantar, que está con un pie en la oposición y tal vez oficialice su salida de los morenos, vaya adiós don Andrés y adiós don Mario.
Si Ebrard toma la decisión de salir de Morena, que es lo más lógico por sus declaraciones, provocará al interior una ruptura severa que le puede afectar al partido y ponga en riesgo la Presidencia de México en el 2024.
De entrada, hay unos 100 diputados y senadores con Ebrard, un número considerable que es preocupante para López Obrador pues si deciden dejar las bancadas de Morena, para migrar a la oposición, representarían una cifra que quitaría las mayorías en ambas cámaras. Y diciembre se complicaría, ya no en las reformas u ocurrencias Presidenciales, sino en la aprobación del Presupuesto para el último año del Presidente.
Ebrard desde ayer recibió el apoyo de la oposición, incluso de la candidata del Frente Amplio por México del PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez que además del espaldarazo y apapacho que le envió, también le atizo al Presidente López Obrador con su propia moneda en alusión de ¡Beatriz, aguanta, el pueblo se levanta!, con ¡Marcelo, aguanta, el pueblo se levanta!
Comilona con sabor a candidatura
Ayer el líder del Senado, Eduardo Ramírez compartió el pan y la sal con los periodistas que cubren las actividades de la Cámara Alta.
Fue un encuentro para agradecer la cobertura que ofrecen, día a día los reporteros, camarógrafos, gráficos y personal de apoyo, incluso transmisiones por redes sociales.
Aprovechó llamar a la unidad a Morena, sobre todo a los legisladores, enfrente César Cravioto lo secundaba y pedía, incluso respeto al proceso y no descalificarlo, por la denuncia de Marcelo Ebrard.
Desde luego que esa reunión con ese agradecimiento lleva jiribilla de la buena, porque para nadie es secreto que el líder está próximo a emigrar a su natal Chiapas para buscar, primero ser candidato y luego ganar la gubernatura y suceder al saliente Rutilio Escandón que dejó muy mal sabor de boca.
Naturalmente que si bien, va por Morena, también es apuntalado por el Partido Verde de Manuel Velazco. Una ventaja sobre los otros aspirantes, si tomamos en cuenta que son ellos, los ecologistas los que conservan el músculo político para ganar una elección.
Es decir, en Chiapas los que mandan son los verdes.