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Rescatar Aca en tres meses

Tiempo de lectura: 3 minutos

Por: José Antonio Chávez

La semana pasada de le comenté sobre las tareas que realizaron, en octubre del 2005 en Cancún los empresarios con el gobierno federal y estatal para rescatarlo de las cenizas que los dejó el huracán Wilma, categoría 5 que se estacionó por 12 horas con vientos que alcanzaron más de 350 kilómetros por hora.

Fue un rescate que ayudó a levantar, en tres meses, ese destino turístico número uno en la captación de divisas y hoy el segundo más visitado del mundo.

Hoy Acapulco requiere de toda la capacidad y experiencia de la humanidad para lograr rescatarlo en tiempo récord.

Si bien lo primero es salvar vidas, y atender a la población, la otra parte es la de levantar el destino, lo más pronto posible porque no hay que olvidar los millones de dineros en dólares y pesos mexicanos que se derraman para diciembre, sobre todo en la celebración de la Navidad y Año Nuevo.

La estrategia de los empresarios hoteleros en Cancún con el entonces Presidente Vicente Fox, llevó, los primeros diez días a la atención humanitaria, una vez que se controlo el salvar vidas y atender enfermos y los damnificados, se procedió a la reedificación de los inmuebles.

Obviamente los servicios fueron rehabilitados desde el primer día, en etapas, sobre todo la energía eléctrica y el servicio telefónico.  

Acapulco hoy está destrozado con pérdidas de millones de dólares, lo más doloroso las pérdidas humanas.

Se van a necesitar millones de dólares y la solidaridad de todos los mexicanos, pero sobre todo la palabra y toda la voluntad del Presidente López Obrador de aportar los dineros y toda la ayuda necesaria.

Hay hoteles que quedaron destrozados, edificios departamentales, viviendas, negocios, vehículos, yates, etcétera. La ayuda la necesitan todos.

El Presidente necesita respaldar a esas personas que salieron afectadas y buscar que las aseguradoras ayuden como solidaridad, en caso de no contar con un seguro. El gobierno aportar los dineros para la rehabilitación de los edificios particulares y una ayuda extraordinaria a los comerciantes, pues quienes no perdieron todo, se quedaron sin trabajar.

Elemental para Acapulco, la participación del congreso

Para la presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, se deben destinar recursos suficientes y constantes para la reconstrucción de Acapulco y zonas afectadas, eso sí sin regateos políticos.

Naturalmente que la diputada presidenta propuso, para ello que en la revisión del Presupuesto se incluya un Fondo de Reconstrucción para Acapulco. Es una idea que no la ven nada mal ni los del gobierno en turno.

Como dato, reveló que hay acciones estratégicas, en puntos específicos, para iniciar una primera etapa con un financiamiento, asignado en el PEF del año próximo, de alrededor de 100 mil millones de pesos, y la creación de una Comisión conformada por las secretarías de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Salud, Medio Ambiente, Bienestar, Turismo, Hacienda, Marina y de Defensa Nacional.

“Considerar el apoyo internacional y revisar la conveniencia de modificar la Ley de Ingresos o bien, por decreto, fijar estímulos fiscales al Impuesto Sobre la Renta, cuotas al IMSS e Infonavit, para lo que resta de 2023 y 2024”.

Para Marcela Guerra se necesitará de un programa de recursos para atender el inventario de daños, obviamente en toda la infraestructura, los planteles educativos, hospitales, etcétera.

En el Senado que preside Ana Lilia Rivera también ofrecieron respaldar el rescate urgente de Acapulco.

Los senadores liderados por Eduardo Ramírez, que pertenece al partido oficial, saben que hay una millonada de dinero en juego por las reservaciones para el mes de diciembre.

Son reservaciones, no solo de los mexicanos, sino una gran parte de turistas extranjeros que incluso ya están totalmente pagados.

En consecuencia, los empresarios hoteleros y prestadores de servicios están en un problema mayor, pues no solo es levantar sus establecimientos, edificios, hoteles, vehículos, yates, etcétera, sino como darán el cumplimiento de esas fechas que están totalmente pagadas.

Será difícil que puedan recuperar esos ingresos, por eso la urgencia de un plan de ayuda pues difícilmente encontraran una salida que no sea con la ayuda del gobierno.

Con la etapa concluida del rescate de vidas, esta semana el Presidente tendrá que definir una estrategia para el rescate de Acapulco en un plazo que le dé esperanza a los trabajadores, empresarios y la propia ciudadanía de Guerrero.

En Cancún, el modelo para su relanzamiento, fue con la solidaridad de grupos y artistas internacionales, nacionales para realizar sus presentaciones, eventos de talla mundial como convenciones, etcétera.

Se lograron hacer grandes campañas en el extranjero y hoy Acapulco tiene que ser la sede de todos los eventos internacionales y la ayuda de los locales, de las convenciones y más. Con esa solidaridad se podrá levantar el destino y evitar dejarlo morir como aquella estampa cuando la costera Miguel Alemán se veían sus comercios que estaban totalmente abandonados.