El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O dijo a inversionistas extranjeros que el próximo gobierno respetará el Estado de Derecho
Rogelio Varela
Le decía que el mandato de las urnas del domingo pasado abre amplios espacios para que el próximo gobierno logre un cambio de régimen, lo que necesariamente tendría consecuencias económicas.
Como se anticipó desde la víspera ayer antes que abrieran los mercados el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O emitió un mensaje con la idea de serenar los ánimos tras el aplastante triunfo del partido guinda en las elecciones federales donde además de la Presidencia de la República estaría a un paso de tener la mayoría calificada en ambas cámaras.
Ramírez de la O dijo confirmó a organismos internacionales e inversionistas que el proyecto del gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum Pardo se basa en la disciplina fiscal, acatando la autonomía del Banco de México, el apego al Estado de Derecho, y facilitando la inversión privada nacional y extranjera.
La reacción fue inmediata en el mercado bursátil que tuvo un rebote, pero no así en el negocio cambiario donde el tipo de cambio continúo el ascenso mostrado desde la semana pasada para escalar otro 1.2 por ciento y quedar en 17.88 pesos, aunque en algunos momentos rebasó los 18 pesos.
La realidad es que en el corto plazo la incertidumbre hizo que los inversionistas sobre reaccionaran y con todo y el abultado déficit que complicará la consolidación fiscal en 2025 la preocupación esta en una reforma judicial que implique el desmantelamiento del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se interpreta como una seria debilidad del Estado de Derecho.
De todo eso poco pueden hacer las palabras del secretario de Hacienda y si bien los electores dieron un cheque en blanco a la 4T tendrá que haber mesura ante el enorme poder político del nuevo gobierno.
Para Luis Gonzali, vicepresidente y codirector de Inversiones de Franklin Templeton México el mercado es uno de los últimos contrapesos que tiene el gobierno federal y las dudas están en que el gobierno en puerta impulse en el Congreso reformas profundas que contravengan el interés del sector privado y que se retome el paquete de iniciativas que presentó el 5 de febrero pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador,
Un cambio de régimen entraña nuevas leyes y modificaciones radicales en las instituciones, lo que necesariamente afectan el ambiente de las inversiones, y con ello la marcha de la economía que desde este año ha entrado en franca desaceleración.
Queda claro que en una coyuntura de ese calado los empresarios nacionales y extranjeros preferirán esperar antes de retomar proyectos que hasta hace unos días tenían como catalizador al nearshoring que en una de esas se queda en otra oportunidad perdida para México.
La ruta del dinero
Que ante la saturación que se registra en el Pacífico ante la mayor carga proveniente de países asiáticos, el puerto de Mazatlán comienza a vislumbrarse como una opción para atender las necesidades de varias industrias, entre ellas la automotriz.