Última actualización el octubre 2, 2024
Tiempo de lectura: 3 minutosEn las pasadas reformas aprobadas en el Senado de la República, la del Poder Judicial y Guardia Nacional, el ex gobernador de Oaxaca por el PRI, Alejandro Murat se le vio muy activo. Obviamente con severas críticas, pero a su propio ex partido que lo llevó al poder.
Murat, como senador de López Obrador, actuaba de forma extraordinaria en las comisiones y el
propio pleno, bajo el total apapacho del líder del Senado y su bancada de Morena, Adán Augusto.
Irreconocible, con sus mensajes que haya sido priista.
Bueno, hasta Gerardo Fernández Noroña, como presidente de la Cámara Alta soltaba apapachos
para el camarada Murat.
Murat es uno de los gobernadores que fueron desnudados en su partido por haber traicionado y
entregado su estado al Presidente López Obrador. La lista suma al estado de México, con Alfredo
del Mazo, de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, Campeche, Carlos Ayza, Quintana Roo, Carlos Joaquín, Sonora, Claudia Pavlovich, Hidalgo, Omar Fayad.
Y de última generación esa traición se la adjudicaron, también, al de Yucatán, pero panista,
Mauricio Vila que andaba muy enojado porque no lo dejaron imponer su candidato para sucederlo
y menos designarlo como candidato Presidencial, lugar que le asignaron a Xóchitl Gálvez.
Bueno, los ex priistas, todos están en el gobierno de López Obrador, unos como Cónsules, otros
como embajadores, otros como legisladores, etcétera, la traición, dicen los que saben fue que
entregaron sus entidades a Morena a cambio de recibir la bendición de la impunidad y no ser, en
lo mínimo molestados. Vila se conservó, a regañadientes en su partido el blanquiazul que lidera
Marko Cortés.
Todos esos ex gobernadores son los mismos que se agruparon para patrocinar la campaña de
linchamiento contra el actual líder, Alejandro Moreno “Alito”, lo querían desterrar como
mandamás porque, a pesar de tomar el partido todo destartalado y moribundo, en 2021 no les
entregó ninguna candidatura para sus intereses por traicioneros.
Los mensajeros anote a Dulce María Sauri, Enrique Ochoa Reza, Miguel Angel Osorio Chong,
Eruviel Avila, Claudia Ruiz Massieu, Aurelio Nuño y un número de ex gobernadores, muy bravos
pero agachones y escondidos durante el sexenio morenista.
Ninguna de esas entidades ha sido criticada por el Presidente, no hay malos manejos de los
dineros, y no hay nada que corregir en la Auditoría Superior de la Federación, todas las entidades
sacaron diez. No hay falla alguna de focos de corrupción y todos son extraordinarios funcionarios,
vaya, casi casi son unos santos.
Sin embargo, hoy es el último día del Presidente, termina su sexenio y en Oaxaca el gobernador
por Morena, Salomón Jara lo sabe.
Tal vez por eso decidió soltar los actos de corrupción de su antecesor, Alejandro Murat y sus
funcionarios, es lógico que traen un pleito casado, algo así, como a navaja limpia. No se pueden
ver y menos encontrarse porque se pueden dar un agarrón, sin importar el escenario donde se
encuentren, ni las personalidades con las que estén presentes. Odio puro, sin duda.
Murat pasó de ser priista y ahora ser morenista, que es lo mismo del Verde o del PT, los tres
partidos son uno mismo. Todos son López Obrador y a partir de mañana todos serán Claudias.
Pero que fue lo soltó el gobernador, Salomón Jara, que se la tenía bien guardadita, bueno en el
Congreso del estado, la diputada morenista, Liz Hernández Matus en voz de su bancada exigió
castigo para sus ex funcionarios de Murat por corrupción en el manejo de los dineros de
participación federal.
Qué en la Auditoría Superior de la federación, de la Cámara de Diputados que preside, la
morenista, Ifigenia Martínez, detectaron irregularidades de mil 169 millones de pesos, que
corresponden al quinto año del gobierno.
Que el gobierno de Murat causó daños a la Hacienda Pública y que involucra los servicios d Salud
de Oaxaca, la Universidad Autónoma de Benito Juárez y el Poder Judicial, que decir de diversos
municipios.
En la esfera cerca del gobernador Jara, soltaron que esa es una parte de las denuncias, pero que
hay otros que saldrán antes que se termine el año, que no le van a perdonar a Murat que se haya
pitorreado d querer salvar su pellejo y sus dineros desviados, utilizando la estrategia de venderse
con el Presidente y pasar de priista a morenista. Vaya, que le genera conflictos a su militancia en
Oaxaca.
Entonces la pregunta es ¿esperaron a que se vaya el Presidente para iniciar la guerra Jara-Murat?,
bueno, pues lo recomendable es que no los pierda de vista.