Última actualización el febrero 21, 2025
Tiempo de lectura: 2 minutosLa permanencia y continuidad de un club de fútbol tan emblemático como el Celaya está en riesgo.
La camiseta que fue vestida por Emilio Butragueño y donde se retiró el mejor jugador mexicano de todos los tiempos, Hugo Sánchez, tiene los días contados, arrastrando una serie de irregularidades y malos manejos, que incluso tienen hoy en riesgo los empleos de decenas de trabajadores, mismos que se quieren importar a suelo veracruzano.
Ha trascendido que el Club Celaya pasaría a ser “Piratas de Veracruz”, un equipo emergente con poca identidad, conjunto que le quitaría a una plaza histórica la posibilidad en el año 2026 estar peleando por un ascenso a primera división.
Ante la solicitud de la sustitución del certificado de expansión se ha generado duda en el seno del Club Celaya, pues fuentes cercanas al equipo de los Toros han informado que son pocos los jugadores que cuentan con contrato vigente, y serían parte de la mudanza del equipo a Veracruz; todo esto en caso de que la mayoría de los dueños quieran poner un certificado de expansión de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) en manos de gente que figura poco o nada en el medio futbolístico.
Los jugadores se encuentran en una disyuntiva, pues hoy tras 6 jornadas disputadas, el conjunto de la franja azul se encuentra apenas en octavo lugar con un calendario complicado por delante pues sus próximos tres partidos contra Tepatitlán, Mineros y Morelia, lo que podría dejar un mal sabor de boca a la afición, pues ante la incertidumbre no queda más que cada uno pueda buscar sobrevivir en el medio. Y cómo estar concentrados cuando la directiva no brinda garantías a nadie, ni al jefe de prensa, ni al staff ni a los jugadores y mucho menos a la afición.
Ahora, por otro lado, recordemos que Veracruz tiene un historial complicado dentro del fútbol mexicano, y hoy la empresa que quiere llevar el futbol a Veracruz tiene el comodato de un estadio “Luis Pirata Fuente” emproblemado con demandas y con un gobierno que lejos de dar garantías a los dirigentes del futbol mexicano, únicamente da tintes de que volverá a suceder de nuevo lo que ha sucedido históricamente en esa plaza: malos manejos, adeudos, demandas, malas costumbres, etc.
En una época en la que se antoja una crisis política para la entidad que gobierna Rocío Nahle García, por todo el lodo que envuelve a la afiliación de la familia Yunes a Morena, no es recomendable fomentar tensiones adicionales que provengan del ámbito empresarial deportivo. Ante todo, la gobernadora debe garantizar la certidumbre a aquellos que invierten en el desarrollo deportivo de la entidad.
Poco ha dicho la directiva celayense, sin embargo ante la duda, Carlos Benavides actual presidente del Celaya, no se ha pronunciado al respecto, sabiendo que la posibilidad de que el equipo se vaya dependerá de una asamblea en donde necesitan el 80 por ciento de los votos a favor, votos que irían en contra del futbol mexicano que busca fortalecer la liga de expansión y a favor de quien fungiría como el nuevo dueño Bernardo Pasquel, dueño del equipo de béisbol Las Águilas de Veracruz, y socio del ex secretario de finanzas del gobierno de Veracruz, José Luis Lima Franco, en la promoción de espectáculos.
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