La desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) podría representar un retroceso en la historia de la transparencia en México; sin embargo, la crisis también abre la puerta a la implementación de soluciones innovadoras que pueden transformar radicalmente el acceso a la información pública.
La apuesta por la inteligencia artificial y la modernización de la infraestructura digital son pasos necesarios para contrarrestar los riesgos inherentes a la pérdida de autonomía del organismo, afirma el experto en tecnología Norberto Maldonado.
Con el cierre del INAI finalizan más de dos décadas de lucha por el acceso democrático a la información pública en México. Tras años de controversias, acusaciones de corrupción, nepotismo y una serie de señalamientos que pusieron en duda su autonomía, cierra sus puertas y deja cuestionamientos sobre el futuro de la rendición de cuentas y la transparencia en uso de los recursos públicos.
Norberto Maldonado, reconocido experto en tecnología, señala que, si bien “perder la autonomía en la rendición de cuentas es delicado”, también resalta que: “esta transformación institucional debe verse como una oportunidad histórica para dotar de una infraestructura tecnológica de punta a las instituciones que atenderán este delicado tema y atender la urgencia de modernizar los procesos de transparencia mediante la integración de inteligencia artificial, con lo que se lograría evitar opacidad, burocracia y retrocesos en la rendición de cuentas”.
A través de sus 23 años de existencia, el INAI fue fundamental para la consolidación de la democracia en México al permitir el acceso a información sensible en casos como Ayotzinapa, Acteal, la Masacre de San Fernando y otros relevantes como Odebrecht o la Estafa Maestra. La transformación de su predecesor, el IFAI, en 2015, a través de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública (LGTAIP), representó un gran avance al asumir la protección de datos personales de los ciudadanos y sentando las bases de lo que hoy se conoce como la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
La PNT es un portal digital que, hasta enero de 2024, procesó más de 10 millones de solicitudes de información, permitiendo a la ciudadanía obtener datos de más de 7 mil instituciones gubernamentales. Sin embargo, con la desaparición del INAI, se plantea que la Secretaría de Buen Gobierno y Anticorrupción será quien asuma el manejo de la plataforma, lo que genera inquietud entre especialistas y funcionarios por el riesgo de que el Ejecutivo actúe como juez y parte en la determinación de qué información debe ser revelada, de ahí la relevancia de la propuesta de automatizar procesos a través de la tecnología.
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Imagen cortesía de IMAN Agencia
La experiencia del INAI y la Plataforma Nacional de Transparencia han demostrado que un portal centralizado es la mejor herramienta para garantizar el derecho a la información. El modelo propuesto por Maldonado es claro: para que la transformación institucional sea exitosa y no se repitan los errores del pasado, es indispensable invertir en infraestructura tecnológica avanzada.
La automatización de los procesos de solicitud, verificación y entrega de información reduciría los tiempos y costos operativos, al tiempo que disminuiría la posibilidad de que intereses políticos intervengan en procesos que deberían ser meramente técnicos y transparentes.
“La implementación de IA, junto con otras tecnologías podrían transformar y evolucionar la gestión de la transparencia de información gubernamental y fortalecer la democracia. Algunas de estas herramientas podrían ser las de anonimización, que reduce la re-identificación y garantiza datos precisos; las API, que facilitan la comunicación entre aplicaciones; la Big Data, que permite analizar grandes volúmenes de datos para descubrir patrones y tendencias; los Chatbots para automatizar respuestas; así como el Data Mining y el Deep Learning que extraen conocimiento de datos complejos, entre muchas otras”, explica el experto.
Desde una visión liberal, el cierre del INAI y la reestructuración del sistema de transparencia exigen un compromiso firme con la modernización tecnológica y sólo a través de una infraestructura de punta y la incorporación de herramientas de IA se garantizaría que la rendición de cuentas y el acceso a la información se mantengan como pilares fundamentales de una democracia auténtica, evitando que la politización y la burocracia se interpongan en el camino hacia una sociedad verdaderamente transparente.
“El gobierno actual tiene una gran oportunidad de demostrar su compromiso con la transparencia, la rendición de cuentas y la democracia, además de las herramientas tecnológicas necesarias para lograr los resultados que merecen los mexicanos; sólo falta que tengan la visión a futuro y voluntad política para hacerlo realidad”, concluye Maldonado.
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