The Phone House fue un emporio vendiendo tiempo aire y telefonía, convirtiéndose en uno de los distribuidores autorizados más grandes de Telcel, que evolucionó luego a comercializar dominios en campañas políticas, logrando acuerdos millonarios con rojos y con azules, con lo que lograron cubrir políticamente el territorio nacional, partidos que, por cierto, hoy están a punto de perder registro.
Bajo el mando de Bernardo Romando García y su esposa Aitana García Hernández, esta familia se hizo millonaria de la noche a la mañana, se acostumbraron a gastar como si el dinero se diera en maceta; pero cuando su patrón, el Ing. Slim se dio cuenta que estaban haciendo un negocio millonario a sus costillas, les recortó todo y el negocio volvió a sus manos, como siempre debió ser.
Sin embargo, estos “grandes empresarios” nunca se dieron cuenta que el negocio dejó de producir lo que producía y no bajaron su ritmo de vida… continuaron vacacionando a la Toscana, veranos enteros en barcos que ni el mismo Ing. Slim se permite, departamentos y barcos en Miami, excesos de todo tipo, coches de alta gama, viajes de golf por el mundo. En fin, se podría escribir un libro entero de LO QUE NO SE DEBE DE HACER cuando tu negocio está en bancarrota.
Ante esta situación, los Romano García fueron contratando deuda y más deuda, misma que no pudieron cubrir y que hoy mantiene sus propiedades embargadas y a punto de remate, deudas por encima de los 400 millones de pesos, demandas por todas partes y ellos al parecer siguen sin enterarse de la gravedad del asunto pues siguen paseando con sus vehículos europeos como si nada pasara.
Esto, a pesar de que la Fiscalía General de Justicia de la CDMX giró una orden de aprehensión en su contra, e incluso notificó al Instituto Nacional de Migración (INM) para que se emitiera una ficha roja, y ni Bernardo Romano, ni Aitana García, pudieran dejar el territorio mexicano, esto de acuerdo con un oficio al que este espacio tuvo acceso.
Pero sus deslices no han sido suficientes para manchar la reputación de la familia más importante de México, quienes alguna vez confiaron en su palabra. Los Romano son prófugos y algún día van a caer. Pronto.
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