El precio del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) registró una caída del 3.5% desde el jueves pasado, llegando hasta la zona de los 61.75 dólares por barril.
Esta disminución ocurre luego de una racha alcista que llevó al WTI a subir más del 7.10% desde el 15 de abril de 2025. La corrección en el precio refleja una combinación de factores geopolíticos, económicos y estacionales que afectan el comportamiento del mercado energético.
Uno de los principales catalizadores de esta caída es el reciente avance en las conversaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Irán. La posibilidad de un acuerdo que permita reactivar las exportaciones de petróleo iraní ha generado expectativas bajistas entre los inversores, quienes prevén un incremento en la oferta global de crudo. Si Irán logra reincorporarse plenamente al mercado internacional, se añadirían millones de barriles diarios a la oferta, ejerciendo presión sobre los precios.
Este contexto coincide con un período de menor liquidez en los mercados debido a las festividades en diversas regiones, lo que contribuye a una mayor volatilidad en los precios del petróleo. En mercados menos líquidos, incluso movimientos moderados pueden generar variaciones pronunciadas en los precios, exacerbando tanto subidas como caídas.
A la par de la incertidumbre geopolítica, el panorama económico en Estados Unidos también influye en la evolución del precio del crudo. Las recientes cifras de crecimiento y empleo han mostrado señales mixtas, generando dudas sobre la solidez de la recuperación económica. Esta incertidumbre puede estar moderando las expectativas de demanda de energía, especialmente si se percibe una desaceleración en el consumo industrial y del transporte.
Por otra parte, los inversionistas se mantienen atentos a las decisiones de la Reserva Federal, ya que cualquier ajuste en las tasas de interés podría tener un impacto significativo sobre los mercados de materias primas. Una política monetaria más restrictiva encarecería el dólar, lo cual tiende a afectar negativamente el precio del crudo, al hacerlo más caro para compradores internacionales.
Finalmente, la caída del WTI también puede interpretarse como una corrección técnica tras el fuerte repunte registrado en semanas anteriores. Los mercados suelen reaccionar ante niveles clave de resistencia y soporte, y un retroceso tras una subida acelerada no es inusual, especialmente si se combina con factores fundamentales que alimentan la toma de beneficios por parte de los traders.
En conclusión, la reciente caída del WTI refleja una compleja interacción entre factores geopolíticos, técnicos y económicos. El posible regreso de Irán al mercado petrolero, junto con la baja liquidez y la incertidumbre macroeconómica en EE. UU., ha generado un escenario de alta volatilidad. A medida que se desarrollen las negociaciones diplomáticas y se clarifiquen los datos económicos, los mercados energéticos podrían encontrar un nuevo equilibrio. Mientras tanto, los inversores deben estar preparados para movimientos abruptos y continuar evaluando el panorama global con cautela.”
- Análisis de Antonio Di Giacomo, Analista de Mercados Financieros para LATAM en XS.
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