El peso mexicano avanzó levemente frente a la mayoría de las divisas, pero se mantuvo cerca de los niveles observados durante los últimos días.
Si bien las cifras de inflación de ayer fueron mayores a las esperadas, los mercados aún esperan que el banco central mexicano cumpla con sus recortes en las tasas de interés. Esto último podría pesar sobre el peso frente a otras divisas, en particular el dólar estadounidense, si la Reserva Federal mantiene un enfoque cauteloso.
La divergencia subyacente entre las perspectivas de política monetaria se mantuvo. La expectativa de que Banxico continúe su ciclo de relajación, que contrasta con la cautela percibida por la Reserva Federal en medio de sus propias preocupaciones inflacionistas, sigue enmarcando las perspectivas a medio plazo y podría limitar cualquier apreciación significativa del peso a pesar de su atractivo diferencial de rendimiento actual.
La reacción de los operadores a los datos publicados hoy también fue limitada. Los datos de actividad económica fueron mixtos. Aunque se registró un aumento mensual mayor de lo esperado, la actividad descendió en términos anuales, aunque algo menos de lo previsto. Los sectores minero, agrícola y manufacturero registraron descensos, lo que aumenta la preocupación por la economía mexicana.
La atención se centrará en los próximos datos preliminares del PIB de la semana que viene, especialmente después de que las instituciones internacionales rebajaran sus previsiones de crecimiento para el año en curso. Esto proporcionará una actualización crucial sobre la salud económica de México. Los indicios de una desaceleración continuada podrían reforzar la postura moderada de Banxico y ejercer una mayor presión sobre el peso, mientras que una lectura positiva podría ofrecer un apoyo temporal.”
- Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
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