Los precios del oro subieron el martes, ya que la persistente preocupación por la salud fiscal de EE.UU. y los riesgos macroeconómicos más amplios siguieron ofreciendo apoyo.
Tras la rebaja de la calificación crediticia de EE.UU. por parte de Moody’s la semana pasada, que citó el aumento de los niveles de deuda y un coste elevado, los inversores están reevaluando las perspectivas a largo plazo del riesgo soberano estadounidense. Por ello, los activos refugio como el oro podrían experimentar una mayor demanda.
Sin embargo, las subidas a corto plazo podrían ser limitadas si continúan las salidas de capitales de los ETF. Los ETF de oro experimentaron una fuerte salida de 30 toneladas la semana pasada, lo que podría hacer que los flujos de este mes contrastaran con el fuerte incremento de abril. Paralelamente, las persistentes compras de los bancos centrales y los esfuerzos por diversificarse de los activos denominados en dólares siguen afianzando el atractivo del oro a largo plazo.
Aunque los mercados siguen anticipando recortes de tipos en la segunda mitad del año, los recientes comentarios de línea dura han inyectado cautela en esa narrativa. Cualquier cambio de tono podría afectar a las perspectivas a medio plazo de los activos sin rendimiento, como el oro.
Los acontecimientos geopolíticos añaden complejidad. Las esperanzas de un alto el fuego inmediato entre Rusia y Ucrania han animado a los inversores. Sin embargo, cualquier revés podría reavivar rápidamente la aversión al riesgo y renovar la demanda del metal precioso.”
- Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
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