La inflación de mayo fue de 0.28%, por encima del 0.24% esperado y de lo observado en el mismo mes del año pasado, provocando que la lectura anual se elevara 49 pbs respecto a abril, para ubicarla en 4.42%.
El principal detractor fue el componente no subyacente, y en específico los productos agropecuarios, que continúan su trayectoria alcista (3.2% en el mes, muy encima del 0.3% histórico). Por otro lado, el componente de energéticos fue menos deflacionario de lo observado el año pasado, y también fue menor respecto al histórico.
La inflación subyacente avanzó 0.30%, por encima del consenso (0.27%) y de la lectura del mismo mes del año pasado, por lo que la métrica anual se elevó en 13 pbs a 4.06%; por componentes, los servicios siguen mostrando persistencia por encima del objetivo (anual de 4.49%, una reducción de 7 bps) y el traspaso cambiario continúa, dado que los bienes mostraron una aceleración a 3.67% anual.
¿Cómo han reaccionado los mercados?
En lo que va de la jornada, la bolsa mexicana retrocede 0.2%, contrastando con el avance del S&P 500; la moneda se aprecia 0.4%, en línea con el retroceso general del dólar, y las tasas se elevan 1-5 pbs en su parte corta y media, pero caen 1-2 bps en su parte larga, desalineándose de las caídas generales en tasa en la curva de los Tesoros.
¿Cuál es nuestra visión?
La inflación sigue su aceleración pese a la notoria debilidad económica en el país. Para la próxima reunión de política monetaria, a celebrarse a fines del presente mes, se contará con la lectura de inflación de la primera quincena de junio, así como el IGAE de abril. En función de esos dos resultados, sabremos si la guía futura de Banxico será ajustada o no al alza, ya sea por menores recortes (retornar a la senda de ajustes de 25 pbs, en lugar de 50) o pausas.
Lo más probable es que su siguiente acción sea el recorte adelantado de 50 pbs, aunque posiblemente veamos un voto disidente (pausa o un recorte de 25 pbs) por la dinámica de precios recientes y el riesgo que representa para la formación de expectativas inflacionarias. El recorte será nuevamente justificado por el nivel de restricción que representa la tasa de referencia, la debilidad económica y porque la mayor parte de las presiones adicionales en precios observadas en el año han provenido del componente no subyacente.
Así, el presente resultado no altera de momento nuestra visión en torno de la trayectoria de la tasa de política monetaria para este y el siguiente año, ni nuestra recomendación de seguir favoreciendo la renta fija local, pero es claro que los riesgos para la visión se están acumulando.
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