El peso mexicano se debilitó el jueves, retrocediendo desde un máximo de varios meses frente al dólar estadounidense, después de que las cifras de inflación de mediados de mes se situaran por debajo de las expectativas.
El dato de inflación más bajo de lo esperado aumentó la probabilidad de otro recorte de tasas de interés por parte de Banxico en su próxima reunión de política monetaria del 7 de agosto, lo que llevó a los mercados a reevaluar las perspectivas de tasas a corto plazo.
Los datos de inflación mostraron que los precios al consumo subieron sólo un 0,15% en la primera quincena de julio. La tasa de inflación anual se desaceleró hasta el 3,55%, lo que refuerza la necesidad de mantener la relajación monetaria. Tanto los componentes básicos como los no básicos se mantuvieron moderados.
Banxico ya ha recortado su tipo de referencia en 325 puntos básicos desde principios de 2024, y las actas de la última decisión sugieren un ritmo más prudente en el futuro. Aún así, los mercados valoran ahora al alza la probabilidad de un nuevo recorte, especialmente con la inflación tendiendo cómodamente dentro del objetivo del banco central.
De cara al futuro, todas las miradas se centran ahora en los datos del PIB de la próxima semana. Cualquier sorpresa a la baja podría aumentar las expectativas de una política monetaria pesimista por parte de Banxico y lastrar el peso. Además, las negociaciones comerciales entre EE.UU. y otros países también se seguirán de cerca a medida que se acerque la fecha límite del 1 de agosto.”
- Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
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