Por José Antonio Chávez
Tal vez hoy valdría la pena aplaudir el enfrentamiento de los líderes del PRI, Enrique Ochoa y del PAN, Ricardo Anaya pues de esa rebatinga de dimes y diretes puede salir la renuncia, no solo de los recursos que les asignó el INE en estos últimos tres meses, sino el botín gordo del 2018.
Ochoa ayer salió con sus coordinadores parlamentarios, el senador, Emilio Gamboa y el diputado, César Camacho, para ofrecer un informe que si todos los partidos se abocan a renunciar sus recursos de este año, alcanzarían unos mil millones de pesos destinados sin escalas a los afectados del sismo.
Anaya había propuesto una iniciativa que le diera para atrás a esos recursos y que nunca más se diera dinero a los partidos políticos.
Esas dos maneras que proponen, uno y otro, puede desencadenar que el pleito por llevarse el crédito alcance eliminar por ley el recurso del erario que se les asignaba a los partidos políticos.
Para el 2018 registran seis mil 788 millones de pesos, una cifra que ayudaría los recursos asignados de 10 mil millones del Fondo Nacional para Desastres (Fonden).
Naturalmente que sería un descalabro para su militancia, pero más para los vividores de esos partidos que cobran sin trabajar.
Eso sí, los beneficiarios, simplemente los verdaderos dueños del dinero: el pueblo.
Hace un año el Partido Encuentro Social con el coordinador de la fracción parlamentaria en San Lázaro, Alejandro González Murillo presentó una iniciativa para que eliminar precisamente los recursos que se le dan a los partidos, es decir cero pesos.
Nadie lo pelo y hoy, por las presiones de la ciudadanía que muestra el hartazgo ante la desgracia que vivimos, recobró fuerza y sin duda puede cristalizarse, un punto, les guste o no para ese partido de Encuentro Social.
Esta semana será elemental para que decidan los partidos políticos que ruta van a tomar, no solo de estos recursos que, como bien dice el priista Ochoa, son urgentes y no se puede esperar al otro año.
Vamos a ver ahora como le cae a Andrés Manuel López Obrador si decide apegarse a esta estrategia que los priistas y el frente de panistas, perredistas y de MC, implementaron para renunciar a esos recursos.
La expectativa es conocer si realmente los partidos están dispuestos a renunciar a sus dadivas que utilizan para sobrevivir, pero más para mantenerse, en muchas ocasiones con buena vida y con buenos lujos, incluyendo la honestidad valiente.
El PRI tiene para el 2018 tiene etiquetado, según el INE de Lorenzo Córdova, mil 689 millones, el PAN mil 281, PRD setecientos 73 millones, mientras que Morena de López Obrador 649 millones.
El partido Verde 578, mientras que Movimiento Ciudadano 537 millones, Nueva Alianza 419 y el PT 376, para finalizar con el partido más joven Encuentro Social con 398 millones.
Entonces basta ahora ver si con esos jugosos y millonarios dineros los partidos reconfirman la postura de renunciar y que se vaya etiquetado a los afectados del sismo, o si solo hablaron en un momento de euforia y pensándolo bien le dan para atrás a esa renuncia y que les llegue, entonces si los recursos para el 2018.
Ayer en el Tec De Monterrey se llevó una emotiva ceremonia por los cinco estudiantes que fallecieron por el sismo que azotó el 19 de septiembre. A penas una semana antes había sufrido inundaciones por los huracanes que azotaron en entidades cercanas y ahora se colapsaron los puentes que comunicaban a los edificios.
Una tragedia que pudo ser mayor. Se concentraron, además de los estudiantes, de Prepa y Universidad, elementos de la Secretaria de la Marina y del Ejército, así como de los cuerpos de rescate del gobierno federal y la CDMX. Se suma a los fallecidos en Oaxaca, Chiapas, Edomex, Puebla, Morelos y otros, en una estampa de estela de dolor.
