Por José Antonio Chávez
El líder del PRI, Enrique Ochoa subió el tono contra sus adversarios y aprovechó el Consejo Político Nacional para, frente a la militancia de todos sabores, gritarles a Anaya, Barrales y Obrador que debería darle vergüenza el apego al dinero público que evadieron entregarlo para los damnificados.
Ochoa les refrendó que la propuesta, aunque haya sido de este o de otro partido, tenía el interés común de juntar unos mil millones para apoyar a nuestros hermanos afectados por los sismos del 7 y 19 de septiembre.
Desde luego que la maniobra de los priistas de renunciar a los 258 millones de pesos que les correspondía del INE para octubre, noviembre y diciembre no fue secundada por el PAN de Ricardo Anayaque, junto con los perredistas de Alejandra Barrales, bajo el argumento que el que entregaría el recursos sería el gobierno federal.
Que son ellos los que buscarían un mecanismo que permitiera llevar esos recursos, pero que no podían dejar en las manos del gobierno de Peña Nieto los dineros para los afectados, pues que no confiaban.
Los priistas señalaron que Andrés Manuel López Obrador estuvo peor con sus puntadas, pues quería renunciar al dinero pero que lo entregarán, bajo un mecanismo de fideicomiso o similar, sus militantes de mano a los afectados. Es decir campaña pura.
Al proyecto de renunciar al dinero público se sumaron los verdes de Jorge Emilio González Martínez, Movimiento Ciudadano de Dante Delgado y Encuentro Social. El resto, restregó Ochoa al PAN, Morena y PRD, simplemente no le cumplieron al pueblo de México.
Los priistas saben del enojo del pueblo y saben que solo accediendo a las exigencias de los mexicanos se puede retomar la ruta correcta. Por eso la renuncia del dinero de estos tres meses y la iniciativa de reforma para que en 2018 ningún partido reciba un solo centavo del pueblo y que sumarían unos seis mil 700 millones de pesos. El INE no deberá dar, nunca más dinero a los partidos políticos.
Se suma esa iniciativa la propuesta de eliminar, en el país, las famosas plurinominales, es decidir 200 diputados y 32 senadores, además de los existentes en los Congresos locales de las 32 entidades. Entonces la tarea para cristalizar la reforma está en manos de los mandamás del Congreso de la Unión, el senador Emilio Gamboa y el diputado, César Camacho.
Ochoa proyecta con esa medida ahorrar unos 20 mil millones de pesos, una cifra nada despreciable para los tiempos tan difíciles que se están viviendo en México.
Después del terremoto que azotó en el PAN con la salida de Margarita Zavala y el pleito de Ricardo Monreal con López Obrador por la amañada designación de Claudia Sheinbaum a la CDMX, no hay duda que cambió el escenario y en consecuencia revivió al priismo que para muchos lo daban por muerto.
Empate por desafuero de caso Veracruz. La Sección Instructora para desaforar en la Cámara de Diputados que preside el priista Ricardo Nieto, no lograron resultados para quitar el fuero a Tarek Abdala, ex tesorero del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte que acusan de sustraer miles de millones de pesos de las arcas del estado.
En la última sesión de la Comisión, del jueves, la votación fue de PRD y PAN a favor de desafuero y dos del PRI que no es procedente, es decir el empate obligó que ahora sea la Mesa Directiva de la Presidencia de la Cámara de Diputados de Jorge Carlos Ramírez Marín quien decida que procede.
Finalmente se registro Margarita Zavala como candidata independiente y ahora va por un millón de firmas que avalen su candidatura.
El mensaje de la ex Primera Dama fue un llamado a los ciudadanos que de ellos depende su proyecto y no del dedazo. Que puede ser así con su apoyo para derrotar la corrupción, inseguridad y falta de oportunidades para crecer como país.
Desde luego no e ajena las consecuencias, pues acepta que ahora se enfrenta a cuestionamientos, bloqueos y obstáculos por sus decisiones y valor que ha demostrado. Vaya que entre otras que difícil es que acepten el reto los adversarios, pues los cuestionamientos llegaron incluso hasta pedirle en su partido que se quedara callada.