Por Agustín Vargas
· Desestiman candidatos a población
· Rechazo a posibles acuerdos
· Activismo del Infonavit
· Beneficios a derechohabientes, único objetivo
El llamado al voto útil que hizo hace unos días Ricardo Anaya, candidato a la Presidencia de la República por la coalición “Por México al Frente” integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano, ha generado una serie de reacciones que hacen pensar seriamente que la clase política país se siente dueña de la verdad absoluta y los destinos de México, por encima de la población, a la que se debe.
En un proceso electoral como el que se vive actualmente en México, el llamado es precisamente a la población, la que con su voto debe decidir quien deberá dirigir la voluntad de aquella, por encima de caprichos o arrebatos de los políticos. Es, entonces, un voto útil.
Inútil, eso sí, han sido todos los intentos por encontrar en México desde hace más de tres décadas, un auténtico liderazgo que aglutine a las fuerzas sociales y políticas capaz de encauzar al país hacia un estadío superior de desarrollo y bienestar de la población. Esto, pese a que quienes encabezaron los últimos gobiernos tuvieron millones de votos útiles que al final de cuentas los convirtieron en inútiles.
Esto viene a mención porque Ricardo Anaya, llamó al voto útil para vencer en la elección del 1 de julio a Andrés Manuel López Obrador, líder en las preferencias electorales mediante la coalición “Juntos Haremos Historia”.
“No a acuerdos cupulares bajo ninguna circunstancia, sí al voto, voto útil, y no a un pacto de impunidad”, dijo Anaya luego de su participación en un foro por la niñez celebrado en la Ciudad de México.
El candidato conservador, que se disputa el segundo lugar en las encuestas de intención del voto conJosé Antonio Meade, el abanderado priista y asociados, se dijo dispuesto a recibir a los que se quieran “sumar para que podamos ganar y hacer el primer gobierno de coalición en la historia de México”.
Anaya desestimó un posible acuerdo con Meade luego de que los medios comenzaron a especular sobre un presunto pacto del candidato con el gobierno mexicano para confrontar a López Obrador, el favorito en las encuestas.
“No creo en ningún acuerdo ni con él (Enrique Peña Nieto), ni con los líderes, ni con los candidatos”, apuntó Anaya al reiterar que está dispuesto a conversar con organizaciones de la sociedad civil y con militantes de todos los partidos políticos y ciudadanos sin partido.
La respuesta de José Antonio Meade, candidato de la coalición “Todos por México” que componen los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista Mexicano (PVEM) y Nueva Alianza (NA), no tardó en llegar.
Meade rechazó el llamado al voto útil de Anaya al señalar que “el voto para México solamente es útil si es un voto por una candidatura que implique para México las mejores alternativas y los mejores valores, de honestidad y de compromiso”.
La referencia fue directa para Anaya, sobre el que pesan acusaciones de corrupción relacionadas con presuntos delitos de enriquecimiento ilícito.
A pesar de disputar el segundo lugar en las encuestas con Anaya, Meade recordó que su candidatura “está en marcha y terminará el día de la elección”.
Andrés Manuel López Obrador, quien encabeza la coalición del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y los partidos del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), no se quedó ajeno al tema del llamado al voto útil de Anaya, y lo calificó como “una alucinación”.
Seguro de su ventaja en las encuestas, López Obrador afirmó que “ni siquiera uniéndose todos (los cuatro candidatos restantes) nos van a ganar”.
Según el político tabasqueño, la gente “ya decidió que haya un cambio verdadero, una transformación” y adelantó que militantes y dirigentes del PAN y del PRI “van a seguir uniéndose”.
No hay duda, pues, que para quien gane las elecciones el próximo uno de julio, el voto será útil y de gran utilidad para sus objetivos personales, eso que ni qué. Lo demás, lo dirán los candidatos perdedores, fue inútil porque no ganaron.
Activismo del Infonavit
En la recta final de la actual administración, el Instituto del Fondo de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), que encabeza David Penchyna Grub, sigue trabajando arduamente y muy activo para dotar de mayores beneficios a la población derechohabiente, casi 16 millones de trabajadores que laboran dentro de la economía formal y pertenecen el sector privado.
Muchos han sido los avances que ha tenido ese instituto de vivienda para hacer que los beneficios y el satisfactor de tener una casa propia lleguen a un mayor número de trabajadores y además que sea de manera rápida, sin complicaciones burocráticas.
En línea con esto, se nos adelantó que en los próximos días el director del Infonavit pondrá en marcha el programa de “Movilidad Hipotecaria”, con el cual los derechohabientes podrán aspirar a créditos de mayor monto, entre otros puntos, para mejorar sus condiciones de vida.
Los acreditados del Infonavit podrán también mover su lugar de residencia, sustituir la garantía de sus créditos y recomercializar la vivienda que actualmente ocupan, esto último para acceder a una vivienda más amplia y mayor costo, si así lo desea el trabajador. La vivienda a comercializar irá a una bolsa que administrará el propio instituto.
Este programa permitirá al organismo ampliar su oferta de servicio y facilitar que se adapte a las necesidades de los trabajadores.
“Buscamos en Infonavit darles facilidades a los derechohabientes que por una razón cambian de casa o de ubicación geográfica, en el tiempo irá adoptando nuevas modalidades pues se ajustará de acuerdo con la necesidades del trabajador”, dijo Penchyna Grub en el marco de la 116 Asamblea General del Infonavit, la última de este sexenio.
De esta forma, la administración acata el mandato del Consejo de administración y sus recomendaciones, por lo que ha procedido a captar, autorizar y modificar procesos y configuraciones de los sistemas de información en materia de crédito, administración de cartera, atención de servicios y administración y finanzas, con el fin de habilitar las operaciones del programa movilidad hipotecaria.
Se tiene estimado, que en una primera etapa dicho programa alcanzará a beneficiar a unos 200 mil trabajadores. Eso sin duda, es activismo puro y bien encauzado.