Por Ernesto Piedras
Faltan menos de diez días para que se lleven a cabo las elecciones presidenciales y es claro que ha sido, nuevamente, una oportunidad desperdiciada por los candidatos para elaborar y proponer sobre los temas y posturas respecto a las telecomunicaciones y las tecnologías de la información.
Desde el inicio de la temporada de intercampaña, los candidatos han tenido oportunidades para expresar sus propuestas, sin embargo, por lo general se limitaron a esbozar menciones vagas al respecto.
Esto, además de verse reflejado en la trayectoria de sus pronunciamientos, quedó expuesto cuando, en el tercer debate presidencial, el tiempo que le dedicaron a esta materia fue casi nulo, a pesar de ser este era uno de los ejes temáticos del debate. Su falta de experiencia, de interés y manifiesta ignorancia fue aún más evidente cuando se les preguntó sobre la Neutralidad de la Red, que no recibió respuesta, a pesar de haber sido tema de primeras planas en prácticamente todos los medios en el día.
La notable excepción ha sido el caso del candidato José Antonio Meade, quien a lo largo de estos tres meses y medio ha cubierto el mayor número de temas estratégicos sectoriales, incluso con la mayor integralidad y profundidad. Entre sus propuestas destaca el énfasis en el marco legal e institucional, pero sobre todo que ha sido el único de los contendientes que ha abordado el tema toral del sector de las telecomunicaciones: la competencia en los mercados. Otra de las propuestas de José Antonio Meade que resalta por su unicidad, es la de la creación de una Secretaría de Telecomunicaciones. Sin embargo, ha referido de manera insuficiente tecnologías disruptivas, como Blockchain y ciberseguridad.
El candidato Ricardo Anaya, ha hecho mención efímera pero vasta de varios de estos temas. Destaca su insistencia en el ámbito de tecnologías disruptivas (Blockchain, Big Data, Cloud), y gobierno digital, que contempla la e-Seguridad, e-Transparencia, e Internet de las Cosas. Sus áreas más débiles han sido el fomento al despliegue de infraestructura y el fortalecimiento de los Derechos Humanos a partir de promover la conectividad universal. Sus propuestas más originales son la del uso de Blockchain para combatir la malversación de fondos gubernamentales, y el uso de internet para conectar a maestros extranjeros con alumnos de comunidades locales.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tiene mucho camino por recorrer en temas TIC. Sus menciones han versado principalmente sobre Gobierno Digital y Derechos Humanos, mientras que los temas que más pobremente se ha pronunciado son la ciberseguridad y tecnologías disruptivas. Destaca por ser el único en haber referido la conveniencia de más licitaciones de espectro radioeléctrico para su uso óptimo y eficiente.
En cuanto a Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, sus propuestas concernientes al sector de telecomunicaciones y TIC han sido especialmente parcas y se han reducido casi únicamente a menciones ligeras al aprovechamiento de estas tecnologías para la educación. Los temas más desatendidos por el candidato son economía digital, ciberseguridad y privacidad de los datos.
Cabe resaltar que ningún candidato se ha pronunciado aún sobre el tema de derechos de autor y la propiedad intelectual en el mundo digital. Esto es alarmante por las pérdidas económicas y de eficiencia derivadas de la violación de estos derechos.
Queda pendiente abordar este tema, y ahondar en muchos otros. Está por verse si en los diez días restantes de campaña algún candidato logra pasar de propuestas analógicas a plenamente digitales e innovadoras.
A manera de síntesis, es posible calificar a los candidatos en términos de haberse distinguido, a saber, José Antonio Meade como el Reformador, Ricardo Anaya como el Innovador, AMLO como el Infraestructurador, y Jaime Calderón como el Ausente.