· El avance en las negociaciones del TLCAN con México ha traído obviamente algunos beneficios explícitos – reactivar de nuevo el avance del proceso y reducir la incertidumbre entre las empresas. Sin embargo, más sutilmente ¿hemos podido confirmar que la administración de Trump simplemente está buscando algunas “victorias” comerciales y no tanto una reconstrucción del marco de referencia comercial a escala global (ej., acabar con los lineamientos de la OMC, etc.)? ¿Es esto una señal de que los peores temores del mercado no llegarán a hacerse realidad? La renta variable parece estar ciertamente reaccionando positivamente a la noticia
· Aún queda mucho camino por recorrer antes de la conclusión del proceso sea una realidad:
1) Canadá debe ser incluido en el proceso
2) Aún hay categorías del tratado difíciles de abordar
3) En EEUU, un acuerdo nuevo o modificado deberá ser ratificado por el congreso (el cual está conforme con el acuerdo existente). Igualmente, la línea de tiempo es muy limitada para integrar a Canadá de nuevo a la mesa de negociaciones y lograr una aprobación legislativa antes de la toma de posesión por el gobierno de AMLO en México. En resumen, este avance es una medida en la dirección correcta, pero todavía hay muchos temas pendientes que pueden desviar las negociaciones. La implicación del mercado es que las ganancias actuales de la renta variable pueden fácilmente diluirse si el acuerdo trilateral no avanza o si Trump desvía su curso.
· Además de las buenas noticias sobre el TLCAN, las relaciones entre EEUU y China siguen sin ir a ningún lado. La delegación comercial de “bajo alcance” de China acaba de irse de Washington con un nulo resultado. Hasta la visita de Xi a EEUU en los próximos meses, podemos anticipar una intensa batalla EEUU vs. China (con todo y sus amenazas de represalias) incluyendo al intercambio comercial, las cuotas y los aranceles. En conclusión, hemos atestiguado avances positivos en el frente con México, pero muy poco movimiento en el frente con China.