Por Rogelio Varela
El primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador apunta hacia un crecimiento inercial que tendrá como contexto la crisis de confianza de los agentes económicos.
Como es público, el futuro subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez adelantó parte de los que serán los Criterios de Política Económica para 2019 y que parte que el gobierno en puerta recibirá una economía fuerte y en crecimiento.
Los supuestos de Hacienda será fundamental que se cumplan para el diseño de la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos que, a decir de Herrera, estarían llegando al Congreso el próximo 8 de diciembre.
Herrera dice que el próximo año el PIB será de 2 por ciento, es decir no bajará mucho con respecto a 2018 que se proyecta alcance 2.3 por ciento, en el entendido que históricamente con el inicio de cada administración existe cierta desaceleración en el gasto público a partir de ir entendiendo el aparato burocrático, y máxime que se ha planteado centralizar las compras en la dependencia que comandará Carlos Urzúa Macías.
En materia de tipo de cambio se proyecta un dólar de 20 pesos, es decir esperan un regreso de capitales si considera que el interbancario cotiza hoy en 20.40 pesos.
Un tema relevante es el estimado para la mezcla mexicana de petróleo que la ubican entre 55 y 60 dólares, cuando en días pasados llegó a tocar los 52 dólares ante la mayor oferta global de crudo y una menor demanda por la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
La inflación, según adelantó el próximo funcionario, será de 4 por ciento, muy cerca del supuesto del Banco de México que tiene como gobernador a Alejandro Díaz de León y que estará en función de la política para los precios de combustibles del nuevo gobierno, el incremento de salarios y el impacto en precios que tendrá la subida de dólar de las últimas semanas.
Añada el compromiso de alcanzar un superávit primario de 1 por ciento del PIB que habla de una disciplina fiscal que deberá acompañar a Andrés Manuel López Obrador en todo su sexenio, pero que podría meter cierto freno a los planes para aumentar el gasto en inversión planteadas en la consulta popular del fin de semana pasado.
La ruta del dinero
En donde el agua está revuelta es en Manzanillo, pues se sabe que existe una demanda en contra del titular del Órgano Interno de Control de este puerto, Román Rangel Pinedo, debido a su actuación parcial y sus intentos reiterados de “tumbar” un contrato de cesión de derechos para la instalación de una terminal portuaria, de la mano de una empresa que no cumplió con los requisitos legales para obtener dicha cesión, y que no obstante se inconformó contra el proceso. Así, pareciera que este funcionario tiene más interés que la empresa PORTER FG por arrebatar la concesión, y ahora se sabe que mañana (jueves 29), cuando el Consejo de Administración de la API Manzanillo sesione, tratará de sabotear la reunión cuestionando la Cesión Parcial de Derechos y Obligaciones APIMAN01-035/18 que se otorgó hace unos meses en favor de la empresa Logística de Fluidos y Graneles. ¿Qué pensará de esto la futura titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval?