El gobierno federal busca una salida al desplome en los precios del azúcar que ha puesto en jaque a los productores de caña.
Un tema que no ha trascendido mayormente a la opinión pública, pero que amenaza con hacer crisis en el campo, es la abrupta caída en los precios del azúcar que se utiliza como referente para determinar las compras futuras de caña.
Para poner las cosas en perspectiva le comento que en el ciclo azucarero 2011-2012 el precio del costal de azúcar estándar de 50 kilos osciló entre 680 y 614 pesos, pero de octubre a diciembre pasados el precio del mismo bulto mostró precios de entre 415 y 390 pesos e incluso se fue más bajo en unas zonas, lo que imaginará ha encendido las señales de alarma.
Se trata de una reducción de 44 por ciento que como imaginará es difícil de compensar y que se explica a los elevados excedentes de azúcar en el mercado.
Por lo pronto, le puede decir que la Secretaria de Agricultura al frente de Enrique Martinez y Martínez ha estado muy atento a la problemática y ha demostrado su gran capacidad del diálogo al reunir a los involucrados en el sector entre ellos a Juan Carina Gallardo, presidente de la Cámara Nacional de las Industrias Azucareras y Alcoholeras (CNIAA) y a Carlos Blackaller Ayala, líder de la Unión Nacional Cañera CNPR, entre otros personajes.
El mensaje es que ante la crisis que atraviesa la industria azucarera por la baja en los precios el Gobierno tomará cartas en el asunto y ha logrado de entrada que empresarios y cañeros se comprometan a trabajar juntos, y entre otras medidas tratar de elevar las exportaciones de azúcar.
Empero, le puedo decir que la intención de Sagarpa es atender la problemática desde diversos ámbitos, en el entendido que una caída de precios en esa velocidad implica pérdidas para el sector que algunos calculan en 8 mil 500 millones de pesos.
El nuevo titular de Sagarpa, como ocurrió en temas como el rebrote de la gripa aviar y las acciones para hacer frente a eventuales sequías, ha sido proactivo en el rubro del azúcar, ya que no se debe minimizar la parte social del cultivo de caña del cual dependen miles de campesinos en 15 estados, lo que habla muy bien de un funcionario que ahora sí que arrancó la administración cortando caña.
Como estará la cosa que las otrora divididas organizaciones cañeras han hecho a un lado sus diferencias de ahí que han arrimado el hombro con los empresarios aglutinados en la CNIAA para buscar la mejor solución y evitar bloqueos a carreteras ó la tan temida toma de bodegas.
Sagarpa tiene muy clara la película ya que tendrá que tomar medidas de corto y mediano plazo para buscar que se estabilicen los precios del azúcar que como sabe compite con otros edulcorantes como la alta fructosa que tiene alta demanda en varias industrias, y no solo en la refresquera.
Ya en cuestiones de mayor plazo también sería deseable lograr que la caña de azúcar sea materia prima para la generación de energía como es la pretensión de la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar ó bien convencer a los campesinos en apostar por otros cultivos.