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Buena hidratación, determinante para la buena salud de las mujeres embarazadas y en etapa de lactancia

Tiempo de lectura: 2 minutos

– Mujeres embarazadas que consumen pocos líquidos incrementan el riesgo de
padecer oligohidramnios, término médico que hace referencia a la baja cantidad de líquido amniótico.

– Consumir líquidos y electrolitos previene la deshidratación en mujeres
embarazadas y las que amamantan, quienes por su condición necesitan mayores cantidades de agua en el cuerpo.

– Se recomienda evitar bebidas energizantes, refrescos, jugos o aquellas con altas cantidades de derivados del azúcar como fructuosa, sacarosa, lactosa, jarabes y glucosa.

Durante el embarazo y la lactancia las mujeres experimentan cambios físicos y funcionales que tienen el objetivo desarrollar al futuro bebé en un ambiente favorable.

Uno de los cambios más notorios es la cantidad de agua que utiliza el cuerpo a
lo largo de todo el embarazo y como ésta se distribuye a través de él, con base
en las necesidades del feto.

Durante el embarazo, las mujeres aumentan en promedio 12 kilos. Este peso comprende agua, proteína y minerales que se depositan en el feto, la placenta y el líquido amniótico, así como en el tejido materno. De este incremento de peso, entre 7 y 8 litros corresponden a agua.
Entre la semana 5 y 8 del embarazo ocurre un aumento de la sed y del consumo de líquidos, lo cual ocasiona un incremento en el agua corporal y de la orina.

“El agua que consuma la mujer durante el embarazo, es vital para el feto que
está compuesto por un 90% de ésta, y para mantener un volumen adecuado de
líquido amniótico”, afirmó la Dra. Irma Ceja Martínez, Gerente Médica de
Endocrinología y Nutrición de Grupo PiSA.

El líquido amniótico permite al futuro bebé moverse con libertad, promueve el
desarrollo de sus tejidos y además lo protege de infecciones. “Cuando la
producción la producción de líquido amniótico es baja, se presenta una condición llamada oligohidramnios, que puede ocasionar problemas de crecimiento, afectación pulmonar y/o deformidad en la extremidades del feto”, explicó la también miembro del Colegio de Medicina Interna, capítulo Jalisco.

Para mantener un buen estado de hidratación, las mujeres embarazadas o que amamantan, deben de ingerir mayor cantidad de líquidos sin esperar a sentir sed para beber, recalcó Ceja Martínez. “En esta temporada de altas temperaturas se pierde más líquido a través del sudor, la orina y hasta la respiración, por lo que es importante mantenerse bien hidratada”.

La mayoría de las personas prefieren tomar cosas con sabor, por lo que si se
decide ingerir bebidas con electrolitos, se debe vigilar que éstas tengan poca
azúcar y que su formulación sea de grado médico, además de contar con un
registro sanitario, para asegurar que la formulación de minerales sea óptima para la hidratación. Además, se debe tomar en cuenta que los alimentos que se
ingieren también contienen una porción de agua.

De acuerdo con la Asociación Americana del Embarazo (APA, por sus siglas en
inglés), 8% de las mujeres embarazadas presenta oligohidramnios pero sólo el 4%
llegan a ser diagnosticadas.
En comparación con un adulto, que está constituido de 65 a 70% de agua, en el
embrión esta cantidad corresponde a 90%, de ahí la relevancia de que las mujeres en etapa de embarazo se mantengan hidratadas adecuadamente.