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La guerra comercial de Trump: Banorte

Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Banorte IXE

El presidente Trump amenazó con imponer aranceles del 5% a todas las importaciones procedentes de México a partir del 10 de junio

Dichas barreras podrían incrementarse hasta 25% en octubre 2019

El Presidente López Obrador reaccionó enviando una carta en busca de una solución cooperativa

En nuestra opinión, es poco probable que los aranceles se apliquen en última instancia, ya que la relación comercial entre los Estados Unidos y México es demasiado profunda

No obstante, en caso de que se apliquen, prevemos consecuencias negativas para ambos países en términos tanto de crecimiento como de inflación

Asimismo, consideramos que ambos bancos centrales podrían dar un cambio de rumbo en sus respectivas políticas monetarias, mientras que el proceso de ratificación de TMEC podría verse comprometido

Prima de riesgo incrementándose, siguiendo amenazas comerciales del Presidente Trump

Amenaza arancelaria. El presidente Trump amenazó con imponer un arancel
del 5% a todas las importaciones procedentes de México a partir del 10 de junio. Los aranceles se eliminarían si la “crisis migratoria” se aborda a través de “…acciones efectivas tomadas por el gobierno de México…”. Los aranceles se irán incrementando en 5% adicional el primer día de cada mes hasta llegar a 25% en octubre si México no actúa “…para reducir o eliminar dramáticamente la cantidad de extranjeros ilegales que cruzan su territorio hacia los Estados Unidos…”. Los aranceles se mantendrían en un 25% “…a menos que México detenga sustancialmente la entrada ilegal de extranjeros que ingresan a través de su territorio…”.

Reacción conciliatoria del gobierno de México. La administración del Presidente López Obrador ha respondido con una carta en la que ofrece diálogo,
esperando una solución cooperativa a largo plazo para el problema de la
migración. Por lo pronto, envió a Washington, D.C. al Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y subsecretario Jesús Seade para negociar.
Consideramos positiva esta estrategia, aunque no podemos descartar que el
gobierno se tenga que ver en la necesidad de tomar medidas de represalia, ya que el anuncio de Trump viola no solo las normas de la OMC, sino también el acuerdo actual del TLCAN.
Impacto negativo en dos economías en desaceleración. Estados Unidos
importaron alrededor de 347mmd de México en 2018, lo que representó alrededor del 15.9% de las importaciones totales. Por producto, las principales importaciones provienen de la industria automotriz, equipos electrónicos, entre otros, como se muestra en el gráfico abajo. Consideramos que, en primer lugar,
las cadenas de valor están más arraigadas con productos que cruzan la frontera varias veces a lo largo del proceso de producción, de tal forma que los aranceles del 5% impuestos no solo interrumpirían la producción sino también la productividad con consecuencias sobre el crecimiento no solo a corto plazo sino también a mediano plazo ante el riesgo de que empresas que están en México sean reubicadas en Estados Unidos. Mientras tanto, México importó alrededor de 228.8mmd de EE.UU., lo que representó el 46.5% de las importaciones totales. Por productos, las principales importaciones incluyen reactores nucleares y otras maquinarias, maquinaria eléctrica y equipos, entre otros. Cabe mencionar que la economía mexicana ya se ha desacelerado en el 1T19 debido a shocks negativos temporales y moderación debido al hecho de que existe una nueva administración en el gobierno. Adicionalmente, esperamos que la debilidad se haya extendido al segundo trimestre, mientras que el balance de riesgos está sesgado a la baja. En el caso de EEUU, aunque el consumo se ha recuperado en el segundo trimestre, las cifras del sector manufacturero continúan apuntando a una moderación de la actividad económica, mientras que esperamos un segundo semestre mucho más débil, a medida que se diluyen los efectos del estímulo fiscal. Finalmente, la inflación en ambos países también es probable que se vea afectada negativamente.

Los bancos centrales podrían alterar el rumbo de la política monetaria. Si
bien nuestro caso base es que no se apliquen los aranceles, en caso de que sí lo sean, esperaríamos un cambio de rumbo tanto por parte del Fed como de
Banxico. En el primer caso, el vicepresidente, Richard Clarida, dijo ayer que la economía de EEUU se encuentra en buena forma, pero que los miembros del comité considerarán recortes en las tasas de interés si los datos económicos revelan un riesgo importante de una desaceleración más pronunciada de lo esperado. Por lo que respecta a Banxico, las comunicaciones de esta semana ya apuntaban a una postura prudente con todos los miembros de la Junta de Gobierno preocupados por el alto grado de incertidumbre que tiene el escenario.

En este contexto, si bien Banxico podría cambiar su sesgo hacia subir la tasa de
referencia -como ha hecho en los últimos años para limitar la depreciación del
peso mexicano frente al dólar-, consideramos que los comentarios del
gobernador Díaz de León de que la Comisión de Cambios está lista para actuar, son una señal de que la autoridad monetaria preferirá utilizar instrumentos de política cambiaria, más que la tasa de referencia en esta ocasión. Después de todo, México ya tiene la tasa de interés más alta entre el universo de emergentes (excepto por Argentina y Turquía).