Por Banorte IXE
El primer mes del segundo semestre del año inició con un menor riesgo geopolítico, aunque con pocas definiciones definitivas. Las reuniones satélites a la cumbre del G20, que en sí no tuvo ningún resultado concreto, trajeron consigo una tregua en la guerra comercial entre EE.UU. y China, que pensamos que será temporal, así como la promesa de regresar a la mesa de negociación en temas nucleares con Corea del Norte.
No obstante, el nivel de riesgo geopolítico sigue siendo elevado, entre otros, porque persiste el riesgo de medidas proteccionistas por parte del gobierno de Trump, junto con las tensiones generadas en el Medio Oriente, particularmente en Irán. Adicionalmente, en Reino Unido, a finales del mes se elegirá al nuevo líder del partido conservador, cuya misión será operar la salida de la Unión Europea a finales de octubre, mientras que una de las primeras decisiones del nuevo parlamento europeo será confirmar las nominaciones para los diferentes liderazgos de las instituciones europeas, entre los que se encuentra el ECB.
Estos factores seguirán pesando sobre las condiciones de los mercados financieros globales, así como en las previsiones de crecimiento y, sobre todo, en el tono de los bancos centrales alrededor del mundo, mismo que se ha tornado significativamente más dovish. En términos del crecimiento global para 2T19, cuyos datos empezaremos a conocer a partir de este mes, esperamos una ligera moderación de 3.4% en 1T19 a 3.3%, cifra que hemos revisado a la baja desde 3.4%, luego de menor crecimiento esperado en Brasil, Japón, la India y Rusia, mientras que Estados Unidos es probable que vuelva a sorprender con una tasa de expansión por encima de 2%, soportado por la fortaleza del consumo privado.
En este contexto, los datos más recientes sugieren que la debilidad continúa concentrada en el sector manufacturero a nivel global -probablemente resintiendo los efectos de las medidas proteccionistas-, aunque el sector servicios empieza a mostrar signos de desaceleración. Ante las tensiones geopolíticas antes mencionadas, la incertidumbre en el escenario es alta, con consecuencias también sobre los mercados financieros globales, en un entorno en el que no hay presiones inflacionarias a pesar de estar en una etapa muy avanzada del ciclo de expansión, particularmente en Estados Unidos. Con esto en mente, tanto el Fed como el ECB se encuentran listos para actuar. En particular, en el caso del Fed, pensamos que podría reducir la tasa de referencia en 25pb tan pronto como en su reunión del próximo 31 de julio.