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Room service al Presidente

Tiempo de lectura: 3 minutos

Por José Antonio Chávez

En los sexenios pasados, los pisos completos de los hoteles eran tomados por el Estado Mayor, no pasaba ni agua para ver al Presidente.

No había acceso ni siquiera al hotel, si no eras huésped, una calle antes estaba acordonada y nadie, absolutamente nadie que no viviera o trabajara ahí en ese perímetro podía pasar. Les valía madre las suplicas, no hay paso y se acabo decían en las medias rejas de fierro. Así tajante y a veces hasta se les maltrataba.

Era el piso del Presidente, donde pernoctaba después de sus giras, obviamente en completo mutis, sin el menor ruido incluso ni de mosquitos. Sin duda dormían como bebés.

Estaban totalmente blindados, era la seguridad del mandamás del pueblo mexicano. Nadie podía tocarlo.

La noche del viernes en Ciudad Valle, en San Luis Potosí, en el hotel donde pernoctó el Presidente Andrés Manuel López Obrador manifestantes tuvieron acceso casi hasta su habitación, como él lo denunció, y no era precisamente servicio al cuarto o room service.

Era pedirle ayuda, pero se desbordaron y se salió de control, la euforia de unos cuantos de ellos se alteró y brotaron los reclamos rijosos, de provocación que les minó la oportunidad de acercar su inconformidad. Eso molestó al Presidente que decidió salir para encararlos y hasta regañarlos.

Que no es la forma y que no merece ese trato. El Presidente salió regañón, pero al menos los quejosos tuvieron la oportunidad de tenerlo cara a cara, aunque les falló la inteligencia.

Antes, en el otro panorama, esos reclamos que le hicieron al Presidente de frente, se los hacían al Estado Mayor o a los policías municipales o federales, porque simplemente hasta ahí lograban llegar, ni siquiera a 40 metros para que los escuchará.

Basta recordar que el ex Presidente Felipe Calderón y Vicente Fox también le entraban a encarar a los manifestantes y no precisamente de buenos modales. Hoy a López Obrador se le ve en aeropuertos, aviones comerciales, en las calles y eventos sin mucha seguridad y accesible, al igual que Fox y Calderón aunque ellos hoy son ex Presidentes.

Huele a cárcel líder de Notimex

Sanjuana Martínez sacudió el sindicato de Notimex y si prospera las tres investigaciones de la Función Pública y la averiguación previa contra el líder por desfalco y más, sin duda su figura se fortalecerá pues en automático dejará de ser la villana. Es entrona y se ve en sus modos, como ventaja lleva el respaldo presidencial.

Los que la pagaron fueron los reporteros y personal de a pie con salarios menores a los 20 mil pesos, pues una gran parte fueron despedidos.

Sanjuana desnudó que esa agencia estaba secuestrada por esa mafia sindical y otros jerarcas que integraban la cúpula, pues como dato ofreció que a la par hicieron millonarios negocios con una agencia paralela de noticias cuyas ganancias fueron jugosas.

Qué decir de su ausencia por años y las amenazas fúnebres al personal cuando para amedrentar recorrían los pisos del inmueble con su séquito que Sanjuana los llamó porros.

Por gobiernos que nadan de muertito, el PRI esta como esta

Los tres aspirantes a dirigir el PRI, Lorena Piñón, Ivonne Ortega y Alejandro Moreno “Alito” de una cosa si están más que seguros, que es limpiar ese partido de la corrupción. De eliminar cualquier indicio y transformarlo a lo que dejó de ser como aliado del pueblo. Fue la parte medular del debate, limpiar al PRI que hoy está mudo.

Porque le digo esto, bueno porque la radiografía que tienen los aspirantes es que hay estados donde sus gobernadores priistas siguen nadando de muertito, una actitud que ha provocado ese daño al partido que ha ahuyentado su militancia.

Le puedo preguntar si alguien sabe cómo se llama el gobernador de Tlaxcala, o el de San Luis Potosí, o de Colima. Nada se sabe de ellos, ni para bien ni para mal. Como si no existieran.

Que decir de sus 48 diputados federales que comanda René Juárez y la minibancada de senadores de escasos 15 de Miguel Angel Osorio Chong que nomás no se oye que griten como oposición, parece que están en la biblioteca, muy calladitos.

Por eso el partido está destartalado, sin gasolina, sin refacciones para echarlo a andar y por eso le fue como le fue en las pasadas presidenciales, es lo que heredaron de los “tolucos” que comandó el peñismo. Eso es lo que los aspirantes traen muy en cuenta, ahora falta que lo entiendan en los 11 estados que todavía este año gobiernan.

Delgado, el candidato de unidad

Puede apostar que Mario Delgado, como mandamás de la Cámara de Diputados va que vuela a la dirigencia nacional de Morena, aunque dicen los que saben que esperará su candidatura sea de unidad para mandar el mensaje a los de enfrente. Bueno hasta en el Senado de Ricardo Monreal, no lo ven nada mal.