Por Rogelio Varela
Dicen que río revuelto ganancia de pescadores, y cuando el foco de atención de la opinión pública se centra en los lamentables hechos de Culiacán, la noche del viernes poco antes de concluir la sesión para aprobar la Ley de Ingresos para 2020 se aprobó una iniciativa para legalizar millones de autos “chocolate”.
En este mismo espacio le comentaba que la iniciativa la empujaba desde hace meses la bancada parlamentaria de Morena que a partir del argumento de fortalecer a la economía de los que menos tienen en mítines y reuniones de diputados buscaban legalizar a unos 18 millones de autos chocolate.
Como imaginará para la industria automotriz el madruguete de Morena cae como balde de agua helada.
Para ser más claros, las ventas internas de automóviles nuevos acumulan 26 meses de caída y todo indica que esa situación habrá de continuar ya que el simple anuncio de la aprobación de autos chocolate podría impulsar una mayor internación de vehículos ilegales en la última parte del año.
El garlito de Morena que fue apoyado por varias fuerzas políticas, entre ellas el PRI, es que la legalización de autos “chocolate” podría significar una entrada de recursos para el fisco de unos 50 mil millones de pesos y donde la derrama podría salpicar a estados y municipios.
Y bueno, los diputados con la enmienda en cuestión le siguen dando alas al crimen organizado, pues es bien sabido que son esos grupos los que controlan la internación de autos “chocolate” en la frontera norte, como otros tantos negocios de la economía negra.
Por lo pronto, la Coparmex de Gustavo de Hoyos Walter es el primer organismo cúpula en poner en grito en el cielo ya que reconoce la complicada situación que encara la industria automotriz en lo que refiere a las ventas internas, lo que también se refleja en una caída en la recaudación por el efecto multiplicador que tiene ese sector.
Volvió a ganar el populismo de Morena en San Lázaro, y ahora la última palabra la tiene en el Senado de la República.
La ruta del dinero
Con la novedad de que se integrará un frente común para defender la actividad minera del país ante los embates que se han producido en estos meses por parte de diversos personajes, como el titular de la Semarnat, Víctor Manuel Toledo Manzur, “ambientalistas de ocasión” y líderes de ese sector, como Napoleón Gómez Urrutia. En este frente están aglutinados, trabajadores, empresas y autoridades de ese ramo, y tiene como finalidad robustecer un sector que genera 2.6 millones de empleos directos e indirectos y, junto con el ramo metalúrgico, representa 4 por ciento del Producto Interno Bruto. Una parte importante de esa alianza está constituida por los más de 100 mil trabajadores, agrupados en la Unión Nacional de Sindicatos Minero-Metalúrgicos y Metal-Mecánicos de México (UNASIM), que agrupa a 10 agrupaciones sindicales de esos rubros.