Por Rogelio Varela
Como es público el viernes pasado concluyó el plazo para que todos los gobiernes estatales se adhirieran al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) que desafortunadamente arrancó sin una negociación política, pero donde los de Acción Nacional lograron abrir el dialogo con la 4T.
Si bien los gobernadores blanquiazules fueron renuentes a subirse al INSABI al final, con sus asegunes, lo hicieron.
La nota es que el INSABI tendrá cierta flexibilización a partir del diálogo entre la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) y la Secretaría de Salud de Jorge Alcocer Varela.
El acuerdo de marras para subirse al INSABI que comanda Juan Antonio Ferrer se consiguió luego de una mesa técnica donde estuvieron los secretarios de Salud de Querétaro, Julio César Ramírez; de Aguascalientes, Miguel Ángel Piza Jiménez; Baja California Sur; Víctor George Flores; Guanajuato, Daniel Díaz Martínez; Chihuahua, Jesús Enrique Grajeda; Quintana Roo, Alejandra Aguirre Crespo; Durango, Sergio González Romero; y Yucatán, Mauricio Sauri Vivas.
Desde la vertiente de la salud pública el acuerdo es relevante porque se anticipa un primer trimestre muy complicado para ese sector por el serio retraso de la Compra Consolidada de Medicinas para 2020 que orilló a la propia secretaria de Hacienda de Arturo Herrera Gutiérrez a solicitar que sean las propias dependencias de salud las que adquieran de forma directa los medicamentos ya que las primeras entregas de esas compras se verán hasta marzo en el mejor de los casos, además que en dicha licitación sólo se ofertaron el 40 por ciento de las claves de registro.
Se ha hablado además de importar medicinas patito de India y China, pero como imaginará, no es fácil pensar que existan laboratorios que produzcan medicinas para ver quien se aparece para comprarlas, es decir, un negocio de perecederos requiere planeación.
Y bueno, vale la pena recordar a lo que comprometió el gobierno federal con el GOAN:
1.- Establecer en el Acuerdo de Coordinación que existirá un solo Modelo de Salud para el Bienestar para la población sin seguridad social, incluyendo los términos de la progresividad de la universalidad de la atención médica (gratuidad).
2.- Establecer con claridad las reglas generales el marco de transición del financiamiento de las entidades federativas para la prestación médica de primero, segundo y tercer nivel y medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social conforme a lo determinado en el PEF 2020 y la disponibilidad presupuestaria en el Programa presupuestaria U005 (Seguro Popular) o su equivalente en la nueva estructura programática.
3.- Respecto de los casos nuevos que deriven de los 66 padecimientos reconocidos por el Fondo de Protección contra Gastos catastróficos, presentados a partir del 1 de enero del 2020, se buscará el mecanismo de reembolso o recuperación de los recursos financieros que se hayan devengado por concepto de la atención médica integral, conforme al tabulador vigente en el 2019.
Aún existen serias dudas que el INSABI logre sus objetivos marcados para diciembre, pero al igual que ocurrió con la negociación que tuvo la 4T para la creación de Guardia Nacional en temas de seguridad, la oposición ha extendido su mano en un tema quizá más sensible como es la salud de la población.