Por Rogelio Varela
Ante la sana distancia que ha obligado el COVID-19 en las últimas semanas se ha elevado exponencialmente la demanda de servicios de telecomunicaciones.
La importancia que tienen en la actualidad las telecomunicaciones y más aún en tiempos en los que la presencia del coronavirus nos obliga a mantenernos el mayor tiempo posible en nuestras casas, hace necesario que el Estado Mexicano celebre un acuerdo con los proveedores de dichos servicios, para el desarrollo de algunas acciones que permitan que los mexicanos afectados en la emergencia sanitaria, continúen accediendo a los mismos.
La construcción del acuerdo entre Gobierno Federal y operadores de telecomunicaciones debe partir de la base de que aún nos espera un periodo amplio de aislamiento y que de acuerdo a lo señalado por las autoridades de salud, el pico más alto de contagios por el coronavirus se daría en el mes de agosto, y más preocupante aún, que la pandemia podría durar hasta el mes de octubre.
Sería absurdo que el Gobierno Federal pretendiera dar un manotazo en el escritorio y sacarse de la manga una serie de medidas que podrían poner en entredicho la continuidad de la prestación de servicios por parte de operadores que ya atraviesan un panorama financiero complejo, mismo que no sólo se alargaría, sino que incluso empeoraría, con motivo del impacto económico que está teniendo la contingencia sanitaria alrededor del mundo.
Es por ello, que es importante que las autoridades se sienten en la mesa con los distintos operadores de telecomunicaciones que prestan el servicio en el país, tanto del segmento móvil como fijo, para acordar algunas medidas que pudieran implementarse de manera inicial y dejar establecida de manera formal una mesa de diálogo permanente para ir actualizando otras que resulten necesarias, conforme vayan avanzando las distintas etapas dela contingencia.
Sin duda es una tarea compleja la que tiene frente a sí el Instituto Federal de Telecomunicaciones, porque si bien se trata de que todo mundo tenga la posibilidad de mantenerse conectado, no debe descuidarse la viabilidad de los operadores, máxime cuando no hay claridad sobre si el gobierno federal pondrá en marcha algún programa económico de emergencia que permita a estos operadores, al igual que otros agentes económicos que participan en las demás ramas de la actividad económica, hacer frente a esta complicada etapa.
La ruta del dinero
Siguen las malas noticias en el mercado petrolero, y al iniciar la semana el WTI rompió el piso de los 20 dólares, algo que no se veía desde hace 18 años. La nueva baja del crudo se debe al freno de la economía global que ha traído el coronavirus situación que por lo menos se prolongará en todo abril. Como imaginará en la secretaría de Hacienda de Arturo Herrera Gutiérrez se trabaja horas extras para diseñar un ajuste al Presupuesto de Egresos, simplemente porque las metas de recaudación para 2020 no se cumplirán, y también existe muy poco margen de maniobra para pensar en grandes programas de apoyo a la economía.