• En sesión presidida por el Secretario de Hacienda y Crédito Público y con la participación del Gobernador del Banco de México, el Consejo de Estabilidad
del Sistema Financiero celebró el martes 31 de marzo su trigésima novena sesión ordinaria.
• En esta sesión, el Consejo analizó la evolución de los mercados financieros y de los riesgos que enfrenta el sistema financiero mexicano a raíz de la crisis
derivada por la pandemia del virus Covid-19.
• Asimismo analizó las medidas que cada una de las autoridades representadas en el Consejo ha tomado para hacer frente a esta contingencia.
La pandemia de Covid-19 representa el mayor desafío que ha experimentado el sistema financiero global desde la crisis de 2008-2009. Esta pandemia constituye
un choque macroeconómico mundial sin precedentes, que ha encaminado a la economía mundial a una situación de recesión cuya magnitud y duración son aún inciertas. En este entorno, el sistema financiero mexicano enfrenta el desafío de mantener un flujo de financiamiento adecuado ante la disminución del crecimiento y el aumento en los riesgos.
Las revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento económico y la mayor aversión al riesgo han generado un importante ajuste de portafolios, tanto en economías avanzadas como emergentes y una marcada volatilidad en los mercados financieros mundiales y nacionales. Adicionalmente, la falta de acuerdo entre los principales productores de crudo propició caídas pronunciadas en los precios del petróleo. Todo ello se ha traducido en ajustes importantes en los tipos de cambio, las tasas de interés y las primas de riesgo.
En este contexto, los principales retos para el sistema financiero son: i) mantener el flujo de crédito que requieren las empresas, los hogares y otros segmentos de intermediación financiera; ii) mantener condiciones de liquidez adecuadas, tanto en moneda nacional como extranjera; iii) mantener condiciones de operación adecuadas en los mercados cambiarios y de renta fija, iv) que los intermediarios puedan administrar adecuadamente sus riesgos de mercado y crédito; y, v) mantener el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.
En este contexto, las autoridades financieras han tomado una amplia gama de medidas para hacer frente a los retos antes descritos:
i) Para promover la oferta de crédito, el Banco de México redujo el depósito de regulación monetaria para liberar a la banca comercial y de desarrollo de manera inmediata 50 mil millones de pesos. Por su parte, la CNBV emitió criterios contables especiales para que las instituciones de crédito puedan otorgar un diferimiento parcial o total de pagos de capital y/o intereses hasta por 6 meses para los clientes cuya fuente de pago se encuentre afectada por esta contingencia y que se econtraban al corriente al 28 de febrero, asimismo emitió una recomendación a las instituciones de banca múltiple para que se abstengan de acordar el pago de dividendos o de llevar a cabo recompra de acciones o cualquier otro mecanismo tendiente a recompensar a los accionistas con el objetivo de encauzar recursos al fortalecimiento de las propias instituciones y que cuenten con recursos para así apoyar a la economía.
ii) Para mantener condiciones de liquidez adecuada, el Banco de México redujo el costo de la facilidad de liquidez adicional ordinaria para la banca comercial y la Comisión de Cambios anunció la subasta de crédito por 5 mil millones de dólares a las instituciones de crédito del país haciendo uso de los recursos obtenidos mediante la línea swap entre la Reserva Federal y el Banco de México.
iii) En relación al mercado cambiario, la Comisión de Cambios incrementó el programa de coberturas cambiarias de 20 a 30 miles de millones de dólares (mmd) y ha realizado dos subastas por 2 mmd.
iv) Para mejorar la operación del mercado de renta fija, la SHCP ha realizado tres operaciones de manejo de pasivos, con tres permutas de valores gubernamentales llevadas a cabo por el Banco de México como su agente financiero.