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Circo, maroma y teatro enjuiciar a ex Presidentes

Tiempo de lectura: 4 minutos

Por: José Antonio Chávez

Ayer el Presidente Andrés Manuel López Obrador justificó llevar a juicio a los ex Presidentes desde Carlos Salinas a Enrique Peña Nieto para enjuiciarlos, que fue porque no quiere pasar a la historia  como una tapadera y alcahuete.

Naturalmente que se refiere por los casos de corrupción que se han detectado en esos sexenios y que busca que sean los mexicanos los que clasifiquen si quieren llevarlos a juicio.

Es la Consulta Popular para el 1 de agosto que pidió al INE de Lorenzo Córdova organice esa consulta popular para conocer si los mexicanos están de acuerdo que le rasquen  a esas celebridades desde 1988 al 2018.

López Obrador presentó sus argumentos para llevar a esta votación, a Carlos salinas porque entregó o privatizo todo para sus amigos; de Ernesto Zedillo porque convirtió la deuda de unos cuantos como Fobaproa en deuda del estado y que después de 30 o 40 años se sigue pagando.

Vicente Fox porque engaño al pueblo; Felipe Calderón por retar al narco y perder la vida de miles de mexicanos.

Peña Nieto por los actos de corrupción que, basta recordar que Emilio Lozoya se encuentra como testigo protegido soltando toda la sopa y que fue por orden  de sus superiores, vaya tanto el Presidente como su brazo derecho Luis Videgaray.

En fin, el Presidente quiere llevarlos a esa consulta aunque él se zafó de ir a votar, adelantó que no lo hará, pero eso si respaldará, lo que los mexicanos decidan en esa votación.

Para nadie es secreto que es una verdadera jalada ese inventó presidencial, pues lo único que gana es desviar el escenario de lo importante  como la estrategia de vacunación que hoy en día mantiene muy pero muy preocupados al país entero.

Tal vez el Presidente lejos de dar circo, maroma y teatro al pueblo, debería de dar un buen golpe a esos saqueadores de México que gozan de la impunidad con los miles de millones en  sus bolsillos sin que se les moleste en  sus lugares de residencia.

Viven como virreyes, para muestra el caso del ex líder sindical de PEMEX, Carlos Romero Deschamps lo han denunciado ante el Presidente y lo más que muestra es su tibieza.

Otros funcionarios del sexenio saliente de Peña Nieto involucrados como Videgaray, también gozan de esa impunidad. El Presidente los desnuda pero no los encarcela, entonces es circo, maroma y teatro.

Llevar a juicio a los ex Presidentes sin duda no procederá pero al menos López Obrador dejó la marca a una parte de mexicanos de lo que les gusta escuchar.

Los ex Presidentes difícilmente podrán ser llevados a juicio, al menos de Calderón para atrás, no exenta el saliente Peña Nieto que tiene frescas declaraciones que involucran parte de su gabinete.

Si realmente López Obrador quiere actuar conforme a la ley, pues que se base en el librito de Lozoya y les atice a los que les tenga que atizar, eso sí, que no pase mucho tiempo porque hay que recordarle que se pierde la credibilidad.

Carlos Joaquín que no amenaza ni a una mosca

Tal vez fue sano que el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín saliera atender las acusaciones en su contra de la alcaldesa de Solidaridad, de amenazas de muerte.

Responder que en su vida no ha amenazado a nadie de muerte es una buena señal de un gobernante que le llueven, sin duda eso y más de acusaciones. Es la política y es la guerra electoral. Dar la cara es la clave. Las amenazas obviamente son palabras mayores.

Beristaín de Morena fue la única alcaldesa  que perdió la reelección del grupo de ese partido en alianza con el PT y el Partido Verde.

Ahora ha buscado revertir su derrota en la Ciudad de México para atizarle, desde las dependencias e incluso del mismo Senado de la República al gobernador como responsable de esta crisis electoral y con el agregado  que la amenazó de muerte.

Carlos Joaquín recibió hace días el espaldarazo del propio Presidente Andrés Manuel López Obrador porque lo calificó como un  ejemplo en las elecciones, vaya que no metió las manos y que no utilizó recursos para favorecer a candidatos o partidos y eso guste o no lo apuntaló.

El gobernador quiere terminar su sexenio de cinco años (2022 elecciones)y pasarse a retirar a la vida privada, no más política y no más campañas.

Desde luego que cualquier personaje en la política que logre sus propósitos, retirarse a tiempo es sin duda lo más sano y más recomendable.

Lo hará el mismo Presidente que anunció se retirará en 2024 a su rancho La Chingada en Palenque a escribir libros y cuidar sus árboles no hablará más de política ni habrá redes sociales. Si ya la libraron, para que esperar los enloden si no hay necesidad.

De panzazo la libra Mario Delgado con senadores

La encerrona de seis horas de los 60 senadores de piel MORENA con Mario Delgado en la Cámara Alta convocados por el líder Ricardo Monreal, fue indispensable para el análisis de las elecciones pasadas. Fue a navaja limpia porque no se permitió ni asesores ni mirones, solo legisladores y sin aliados.

Un examen oral y escrito en el que, si bien ganaron 11 de 15 gubernaturas, se perdieron también 50 diputados que dejaron la mayoría calificada en San Lázaro, 9 de 16 Alcaldías en la CDMX y algunos millones de votos en el país. Le tocará después con los diputados de Ignacio Mier.

Lo confrontaron y le reclamaron, sin embargo aguanto vara Don Mario y si bien le abollaron la carrocería, simplemente le aplicaron la medida universal que ordenó Delfina Gómez de la SEP a todos los alumnos por el COVID, es decir el mínimo del 6 para evitar ser reprobados. De panzazo.