Por: José Antonio Chávez
El Presidente Andrés Manuel López Obrador no perdió la oportunidad en su tercer informe del triunfo en 2018 para darles otro raspón a los opositores que integran los líderes del PAN, Marko Cortés, del PRI, Alejandro Moreno “Alito” y del PRD, Jesús Zambrano.
Desde luego también le salpicó a empresarios, intelectuales etcétera, etcétera, nadie se salvó.
De entrada López Obrador, lejos de presumir sus logros les restregó que se hayan conformado como bloque opositor para buscar quitarle la mayoría en la Cámara de Diputados.
Que la idea, dijo de esos conservadores, clasistas e hipócritas era arrebatarles la mayoría en San Lázaro para eliminar los programas sociales, vaya las pensiones de Adultos Mayores, becas a estudiantes, los programas de sembrando vidas, y más.
Obviamente el Presidente no se quiso quedar atrás sobre ese pleito de confrontarlos en todo momento, les dijo de todo, aunque estimó pertinente no llamarles enemigos sino adversarios, pero la paliza de gritarles nuevamente corruptos, pues no lo evitó.
Naturalmente que su informe de logros en estos tres años que alcanzó el triunfo aquel 1 de julio de 2018 simplemente no registró mayores sorpresas porque en el país no hay un ánimo que pueda aplaudir al Presidente por su administración.
Hay más de 240 mil fallecidos por la pandemia y no es una cifra que pueda ser digerida por los mexicanos fácilmente, es una cifra que además de preocupación sigue manteniendo enojo y coraje, no porque el Presidente tenga la culpa del COVID, sino por el mal manejo en el sector salud para atenderlo.
La pérdida de un ser querido a pesado más que cualquier logro y el Presidente lo sabe, las familias afectadas no se reponen y no tienen ánimos ni de política, ni de encuestas, ni de votar. Están tristes y desoladas.
Los presentes en Palacio Nacional, básicamente su gabinete aplaudieron hasta el cansancio cuando López Obrador hablo de números en las encuestas que dijo hicieron ellos mismos para conocer cómo andan las cosas en la revocación de mandato.
Un ejercicio adelantado que llamo previo al próximo año cuando se registre las votaciones en la calle, bueno en las diversas preguntas hubo variadas cifras pero en global y general la aceptación que le dan es del 74 por ciento.
Obviamente son encuestas que para nadie es secreto, como dice el mismo Presidente muchas veces están cuchareadas. En gran parte las empresas encuestadoras hacen trajes a la medida, de eso nadie tiene duda. Pero el largo aplauso sí que fue real.
El Presidente no dejo de presumir que el 6 de junio le gano a la oposición, a ese bloque que construyeron panistas, priistas y perredistas con el mismo Claudio X González y anexas para arrebatarle el poder, pero que nomás no pudieron.
La realidad es que el Presidente tiene una aceptación en el país donde ganó 11 de los 15 gobiernos en disputa, pero también tuvo un retroceso en la Ciudad de México al perder 9 de 16 alcaldías y lo grave es que el golpe fue en la cuna de sus musculo político, un duro golpe que todavía no lo digieren, sobre todo la jefa del gobierno, Claudia Sheinbaum.
Presumió también que ganó de buena lid a los opositores 186 Distritos de 300 en juego para la nueva Cámara de Diputados y con ello le da la oportunidad en alianza con el Partido Verde y el Partido del Trabajo tener los 250 más uno de los votos (290 más menos) que se necesitan para aprobar el Presupuesto durante los tres próximos años.
Sin embargo, perdió la mayoría calificada que le permitía aprobar con las manos en la cintura todo lo que se le pudiera ocurrir desde Palacio Nacional.
En el Senado de Eduardo Ramírez, su líder Ricardo Monreal le ha tocado tejer muy pero muy fino para lograr sacar los votos que les falta a Morena en las reformas Constitucionales que mando el Presidente y que deberían salir a como diera lugar, esa fue la tarea y la tuvo que cumplir, no pregunten como pero salieron.
Esa etapa no la vivieron los diputados de Mario Delgado que los tres primeros años o esta 64 Legislatura simplemente nadaron de muertito. No se les exigió en lo mínimo por la mayoría que gozaban. Hoy el escenario es contrario y vamos a ver de qué están hechos para negociar.
Ahora tendrá que buscar acuerdos y ceder terreno a sus adversarios conservadores los mismos que el Presidente llamó y sigue llamando corruptos, clasistas, racistas e hipócritas.
Y contesta el líder del PAN Marko Cortés
El líder del PAN, Marko Cortés le respondió al Presidente López que por tercer año consecutivo se dedicó a difundir mentiras y datos falsos, así como lo ha hecho diariamente en las mañaneras.
Que es un Presidente que gobierna solo, que decide únicamente él y que no considera ni toma en cuenta a su gabinete, vaya como dijera el clásico de puros floreros. Tampoco a los gobiernos y no escucha a la oposición.
Cortés, en una señal de respuesta a esa aceptación del 74 por ciento que dijo arrojó la encuesta que hicieron, que sí hoy se tuviera que dar una calificación al Presidente estaría completamente reprobado porque el país simplemente no ha avanzado en nada y por el contrario retrocedido en todo. Y para cerrar lanzaron los ¡Ya Basta! de excusas, de solo estar culpando y que ya se fue medio sexenio lleno de mentiras, destrucción y promesas sin cumplir.
En consecuencia de la guerra sucia y el lodazal, difícilmente el pleito del Presidente y los opositores con sus conservadores no se frenará su loca carrera hasta el 2024.