En momentos en que las desarrolladoras de vivienda esperan un stand still de sus acreedores reciben otro golpe a sus finanzas.
Ya le he comentado que en las últimas semanas bancos nacionales y extranjeros, además de tenedores de bonos han ampliado su ofensiva legal en contra de constructoras de casas como Geo, Urbi y Homex.
Se trata de créditos que en las actuales condiciones ya no se pueden atender, pero que en muchos casos están ligados a derivados ó bien a préstamos personales de los dueños de esas empresas.
Pues bien, en detrimento de las alicaídas tesorerías de esas empresas el Infonavit de Alejandro Murat acaba de informar que a petición de tres jueces retendrá créditos que debían recibir esas empresas.
Aunque se reconoce que se afectará la liquidez de Geo, Urbi y Homex habrá que entender que el Infonavit no tenía otra salida ya que hubiera incurrido en desacato.
Añada que en el caso de Urbi de Cuauhtémoc Pérez Román y Homex que tiene como mandamás a Eustaquio de Nicolas se habla de adeudos por más de 400 millones de pesos con el principal instituto promotor de vivienda, mientras que en el caso de Geo se informó que a la fecha la empresa que comanda Luis Orvañanos no tiene registrado adeudo alguno con Infonavit.
La cuestión es que dos tercios de las ventas de esos desarrolladores se concentran en las operaciones de Infonavit, por lo que de no recibir una tregua de sus acreedores todo indica que podrían irse a Concurso Mercantil ante el Ifecom que, dicho sea de paso, ha perdido mucha credibilidad ante las largas que se ha dado al expediente de Mexicana de Aviación que para decirlo pronto, no tiene para cuando.
La mala noticia es que sin liquidez la posibilidad de negociación de los desarrolladores de vivienda se torna muy limitado, ya que muchas de sus inversiones se han dirigido a reserva territorial que en estos momentos es sujeto de revisión para ver si cumple con las nuevas disposiciones de las autoridades para poder recibir algún subsidio para la construcción de casas.
En fin, el panorama se ensombrece para el sector vivienda a pesar que México tiene un déficit elevado de casas.