HR Ratings
La ratificación de la calificación es reflejo de la prudencia fiscal que mantuvo el Gobierno Federal en 2021, la cual HR Ratings estima que se mantenga para los próximos años. Destacan los esfuerzos realizados para mantener los balances fiscales estables, resultado del fortalecimiento de los Ingresos Tributarios, en línea con la política de combatir la evasión fiscal, así como una trayectoria prudente en el ejercicio del gasto, lo que ha permitido mantener la política de limitar el endeudamiento.
El cambio de Perspectiva de Negativa a Estable tiene como sustento la evolución de la métrica de deuda soberana, la cual HR Ratings estima que se ubique para los próximos años por debajo de las expectativas de la revisión anterior y se debe al manejo adecuado de las métricas fiscales. Otros factores considerados son el nivel históricamente alto en las reservas internacionales, la ratificación de la Línea de Crédito Flexible por parte del Fondo Monetario Internacional, así como la mayor certidumbre que aporta a la inversión privada la conclusión del proceso en términos de la propuesta de Reforma Energética, lo que podría beneficiar el comportamiento del crecimiento económico en el mediano plazo.
En términos macroeconómicos, en 2021 el crecimiento real del PIB fue de 4.8%, ligeramente inferior al 5.0% estimado en nuestro último reporte de calificación. Sin embargo, la métrica de la deuda neta soberana se situó en 46.44% del PIB, lo que fue menor al 48.0% que proyectamos anteriormente. Por otro lado, respecto al comportamiento de la inflación, durante el primer trimestre del año se ha observado un incremento considerable, consecuencia de la actual coyuntura, por lo que esperamos que alcance su nivel máximo durante abril de 2022, para posteriormente empezar una trayectoria a la baja, por lo que contemplamos un estimado promedio en 2022 de 6.47%. En el mismo sentido, una vez disipado el efecto de los factores globales, así como incorporado el efecto de las decisiones de política monetaria, se estima una reducción paulatina en los niveles de inflación para los años posteriores. Esto será una de las principales variables a las que se dará seguimiento debido a la incertidumbre actual. Cabe mencionar, que HR Ratings considera que no existirá un mayor deterioro en el corto plazo del ambiente político que se traduzca o afecte la fortaleza institucional.
Desempeño Histórico / Comparativo vs. Proyecciones
• Comportamiento del balance primario. El déficit en el balance primario alcanzó el 0.35% del PIB en el año, ligeramente mayor al 0.12% estimado anteriormente. Esto se explicó, en buena parte, por el incremento en el déficit del Gobierno Federal, que, a pesar de registrar mayores ingresos, tanto petroleros como tributarios, beneficiados por el combate contra la evasión fiscal, también mostró un mayor ejercicio del gasto programable (incluyendo subsidios y transferencias).
• Niveles de deuda neta por debajo de las estimaciones. Nuestra métrica de la deuda neta soberana presentó un mejor comportamiento respecto al anticipado anteriormente, colocándose en 46.44% del PIB respecto al 48.0% que proyectamos en la revisión previa. Esto impulsado principalmente porque, en términos nominales, el PIB fue mayor al esperado, además de un nivel de déficit primario de acuerdo con las estimaciones previas.
• Crecimiento del PIB en línea con las expectativas. Posterior al impacto de la pandemia, se observó un nivel de recuperación heterogéneo entre los principales sectores que conforman la actividad económica. En 2021 se registró un alza real del PIB en 4.8%, cercano al proyectado por HR Ratings de 5.0% real.
Expectativas para Periodos Futuros
• Trayectoria de déficits presupuestarios. HR Ratings estima un déficit presupuestario en 2022 de 3.22% del PIB, consecuencia de un alza en el déficit del Gobierno Federal por la afectación en los ingresos tributarios provenientes del IEPS a combustibles y un mayor costo financiero. Hacia el futuro, estimamos que el déficit vaya reduciéndose hasta alcanzar 2.31% del PIB en 2029.
• Comportamiento esperado en la deuda neta. Con base en nuestras estimaciones, consideramos que la deuda neta soberana alcanzará 47.22% del PIB en 2022, manteniendo una trayectoria moderada en términos de crecimiento en el horizonte de proyección hasta ubicarse en 52.17% del PIB en 2029. En la revisión anterior estimamos que esta métrica alcanzaría el 52.6% en 2028.
• Inflación y tipo de cambio. Nuestro escenario base considera una inflación promedio de 6.47% en 2022, debido a las mayores presiones inflacionarias en los últimos dos meses y la coyuntura de alta volatilidad en la actualidad, especialmente en el componente de mercancías alimenticias y energéticos. No obstante, se espera que a partir de 2023 se reduzca. Del lado del tipo de cambio, consideramos que este se ubicará en P$21.24 por dólar al cierre del año.
• Crecimiento económico. Consideramos que el crecimiento económico de largo plazo sería de 2.0% a partir de 2024 (2.2% y 2.1% en 2022 y 2023). Esto representa una ligera reducción respecto a nuestra revisión anterior.
Factores que podrían bajar la calificación
• Certidumbre de políticas públicas. El deterioro en el corto plazo del ambiente político que se traduzca o afecte la fortaleza institucional, y que tenga un potencial impacto sobre las expectativas de crecimiento económico, comportamiento fiscal y la inversión privada.
•Mayores y más prolongadas presiones inflacionarias. Niveles por encima de las expectativas HR Ratings, las cuales consideran un nivel promedio en 2022 de 6.47%, y que estas a su vez aplacen la convergencia de la inflación al rango objetivo en el mediano plazo.
• Deterioro en los balances fiscales. Mayores presiones a las esperadas en las finanzas de Pemex y la CFE, derivado a dificultades en el inicio de operaciones de la refinería de Dos Bocas o cualquier otro factor que incremente la necesidad de mayores apoyos a los estimados por parte del Gobierno Federal, traduciéndose en el crecimiento de los déficits esperados.
• Afectaciones en las cuentas externas. Mayores déficits en la cuenta corriente, producto de un menor crecimiento en las remesas y menores niveles de exportación, consecuencia de las afectaciones en las cadenas de suministro y de un balance petrolero deficitario.
Factores que podrían subir la calificación
• Recuperación económica por encima de las expectativas. Mayor dinamismo en los sectores de la actividad económica, especialmente el de servicios, el cual fue el más afectado por el impacto de la pandemia.
• Certidumbre en políticas internas. Lo anterior brindaría mayor confianza hacia el sector privado, promoviendo un mejoramiento en el clima de inversión, permitiendo un mayor crecimiento económico al esperado. En caso de que lo anterior represente una mejora en las expectativas de mediano plazo, se podría ver reflejado positivamente sobre la calificación crediticia.
• Niveles óptimos de producción y refinación. Cumplimiento de las metas establecidas en producción y elaboración de productos petrolíferos refinados por parte de Pemex, lo que reduciría presiones al Gobierno Federal, y por lo tanto un mejor comportamiento fiscal.