Por: José Antonio Chávez
Era bola cantada que el pelito del Presidente con los partidos de oposición llevaría a frenar las reformas constitucionales Eléctrica, Electoral y la Guardia Nacional.
Morena de Mario Delgado carece de los dos tercios del Congreso para aprobar esas reformas que, para el Presidente es la apuesta que lleva para cambiar esos sectores con la firma de la 4T.
Es decir, en lo electoral busca desaparecer, primero los Consejeros que llegaron por cuotas de los partidos al INE que hoy preside Lorenzo Córdova.
También los magistrados que integran el Tribunal Electoral Federal, conocido como TRIFE y que junto con los Consejeros con esta nueva reforma se busca que sean designados por el voto popular y eliminar el dedazo partidista.
La reforma Eléctrica es un modelo que busca el Presidente recuperar terreno que las anteriores administraciones otorgaron las concesiones a empresas extranjeras que hoy explotan ese sector lesionando el país.
Y nacionalizar la Guardia Nacional a un esquema que se militarice, pues difícilmente los opositores le darán el voto, en consecuencia ninguna de las tres reformas pasara en esta legislatura.
Si son viables o no para el país, es lo que menos importa para esta lucha encarnizada de poder entre el Presidente contra los opositores del PAN de Marko Cortés, PRI de Alejandro Moreno y PRD de Jesús Zambrano.
Se suma también Movimiento Ciudadano de Dante Delgado que se ha convertido en un activo para fortalecer la oposición. Lo advirtió el propio líder de los senadores, Ricardo Monreal sobre la necesidad de dialogar y buscar acuerdos, se necesita de la oposición. Mientras que en San Lázaro, su líder Ignacio Mier actúa totalmente al contrario.
Es el escenario perfecto que va aclarando la construcción de dos fuerzas políticas para el 2024 y posterior. Es decir, la competencia en México será de dos movimientos como el modelo de Estados Unidos, Demócratas contra Republicanos.
No habrá margen de una tercera fuerza política que pueda derrumbar las alianzas del Presidente con Morena y el de opositores del PAN, PRI y PRD.
A Movimiento Ciudadano no le queda otra que sumarse a cualquiera de eso dos bloques, porque ir solo en las próximas presidenciales, es condenarlo, de antemano al fracaso.
En 2009, cuando se habló de la alianza del PAN con el PRD, los priistas adelantaban que se estaba conformando algo contra natura. Que no se podía mezclar el agua con el aceite.
Ese año, les dio resultado de ganar gubernaturas al PRI como fue el caso de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, con Gabino Cué y Rafael Moreno Valle, así como Mario López Valdez “Malova” que desertó del PRI por la imposición de candidato.
La composición de esos partidos que era impensable, se logró en gran forma, gracias que el PAN estaba en el pode con Felipe Calderón.
La llegada del PRI con Enrique Peña Nieto a la Presidencia, en 2012, dejó ver los yerros y tropiezos por los excesos de imposición y provocó una ruptura que en 2016 llevó al PAN de Ricardo Anaya aliarse con el PRD y ganar 7 de 12 gubernaturas, una cifra histórica, ganaron Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo, Puebla, Durango, Chihuahua y Aguascalientes.
Ahora, después de ese laboratorio de alianzas y el crecimiento de Morena con la marca AMLO, obligó al mismo PRI aliarse con el PAN y PRD, un armado que, bastaría ahora preguntarles cómo se definiría, si antes era contra natura ahora que será.
La primera elección de ese monstruo político, fue en 2021, primero en la renovación de la Cámara de Diputados y que en conjunto le quitaron a Morena 50 diputados para frenar su mayoría calificada de dos tercios-
Además de arrebatarle 9 de 16 alcaldías en la Ciudad de México, bastión totalmente pejista y en el Estado de México esa alianza logró buenos resultados.
Hoy ese bloque les ha permitido frenar a Morena y sin duda, con esos resultados no les queda otra más que fortalecer la alianza para el 2024 como una sola fuerza política para dar la pelea a la marca del Presidente: AMLO.
Investigar para frenar aspiración de Alito
En Campeche, su gobernadora Laida Sansores comenzó a rascar, como se esperaba la riqueza del ex gobernador y hoy líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito”.
Naturalmente que es el pago de facturas que la flamante gobernadora quiere cobrar al priismo por el maltrato que le hicieron como opositora.
Hoy en el poder no quiere dejar pasar ese apretón jurídico a don Alito, con la ayuda del mismo gobierno federal a través del Fiscal General, Alejandro Gertz Manero. En respuesta, el líder señaló que es un caso de perseguido político y nada más.
Pierde la brújula Gertz ir por columnista Maldonado
Parece que el fiscal Gertz Manero tiene la piel muy delgada, ahora se lanza contra el columnista Mario Maldonado por la sencilla razón de haber publicado la liga de un Twitter de la conversación con su subalterno Ramos, es el audio donde lo desnudan del uso de la Fiscalía para sus intereses particulares y lo grave que era 100 por ciento público. No gustó al señor Gertz y ahora quiere echar todo el peso de la Fiscalía al periodista. Obviamente no es más que una represalia y mandar el mensaje de amedrantar al gremio. No hay más. Solidaridad pura a Don Mario.