Por: José Antonio Chávez
Al final del día se impuso la vagancia política de Ricardo Monreal en la forma de tejer sus acuerdos para lograr sacar esta reforma ordenada en Palacio Nacional.
No fue una tarea sencilla, pero lograr el resultado favorable que incluyó los votos del renuente PRI, de Miguel Angel Osorio Chong que estaba en contra, le dio el doble de puntos.
Convencerlos le llevó trabajar seis días con sus pares del PAN, Julén Rementería, que fue en contra, del PRI Osorio Chong, del PRD, Miguel Angel Mancera con sus dos votos a favor, de Dante Delgado que fue en contra y a favor el Verde igual que el PT y Encuentro Social. Claudia Anaya ni fu ni fa, vaya ni se abstuvo ni en contra y ni a favor. Fue la 128 que no votó.
Monreal sabía que era muy complicado mantener esa reforma que llegó de la Cámara de Diputados y propuesta por el PRI de Alejandro Moreno “Alito”.
Levantó ámpula en los opositores que, a decir del coordinador de los priistas, Osorio Chong los votos serían en contra a pesar que era una reforma de sus pares en San Lázaro, había presión de modificarla.
Monreal cedió las peticiones de sus pares, abrió esa reforma para convencer que se necesita acordar para impulsarla en común acuerdo porque esa es la idea, una reforma con reglamentos para que puedan operar la Guardia Nacional en esa extensión al 2028.
Por la mañana el secretario de Gobernación, Adán Augusto adelantó que tenía confianza en salir esta reforma. I obvio, que si se aprobaba, simplemente retiraría la Consulta que anunció el Presidente desde Palacio Nacional.
Dicen los que saben que Monreal propuso modificaciones, en conjunto con Adán Augusto para presentarlas al Presidente López Obrador y se dio la luz verde.
En Palacio Nacional sabían que no había otra salida que aceptar todas esa propuestas de la oposición, porque con ello se garantizaría el voto, vaya su aprobación en un quórum total de 128 senadores y eso era el objetivo.
Monreal señaló que estaba más convencido con esta reforma que se armó en conjunto, a la de la Cámara de Diputados. Que eso le hacía sentirse muy tranquilo porque habrá control que no existía.
Hay reglamentación y hay herramientas jurídicas, vaya un marco jurídico para que pueda la Guardia Nacional operar en las calles.
Que decir de un fondo de recursos para su operación que pueda respaldar los costos, de donde saldrán para la capacitación, bueno Monreal adelantó que está la posibilidad de hacerse de esos dineros de los subejercicios y otras formas.
El terreno estaba casi pavimentado, sin embargo también hubo quejas, Dante Delgado denunciaba que había presiones del Secretario de Gobernación con dinero para que votaran a favor.
No pasó a mayores, todos hablaron y todos argumentaron, unos a favor y otros en contra, sin embargo, Monreal en esos seis días que le dieron dentro del plazo de diez días, para presentar otro dictamen al pleno, logró operar y convencer desde priistas hasta perredistas.
Al final logró sacar esa tarea encomendada de Palacio Nacional y vamos a ver que dice el que manda en las mañaneras, porque sin duda el resultado fue una bocanada de oxígeno que sin querer lo fortalece aunque no lo acepten en la pecera de Don Andrés.
Sufre senado debate de quinta
Lilly Téllez no se aguantó de atizarles a los morenos que fue el partido que la llevó al Senado, para gritarles de todo. Encendió la Cámara Alta cuando les llamó perros, hienas, corruptos y traidores porque aprobarían esa reforma.
Sentadito y calladito, le dice al senador Napoleón que no hacía caso y seguía insistiendo querer hablar para reventar su mensaje. Siéntase y cállese, es mi turno, después le tocará a usted, le gritaba una y otra vez.
Desde luego que la respuesta no se hizo esperar y la senadora por Campeche, de Morena, Rocío Abreu le grito, entre otros insultos, que Lilly Téllez es una persona roba-maridos, que en Morena no tienen la culpa que se haya acostado con medio TV Azteca….Es más que le mandaba saludos Rosana.
Lilly Téllez antes había enfrentado, cuando exponía en tribuna a la senadora de Morena, Lucia Trasviña, aquella mujer que causó polémica cuando en redes exhibió que portaba en pistola en su cintura. Se apersona y le grito que ella, no soy corrupta ni soy una hiena.
Si lo eres, le reviró Téllez y le gritó que encubre al crimen organizado, están encubriendo al crimen organizado. Su compañera, Citlali Hernández intercedió para jalar a su escaño a Trasviña. Nada que lamentar a pesar que estaban de frente.
Fue un debate de quinta, de lo más bajo que se haya registrado en la Cámara Alta y que dejó mucho que desear de los dos lados. Es, sin duda producto del encono generado desde las mañaneras de Palacio nacional contra los opositores
Ricardo Monreal reprobó y adelantó que hablará con las senadoras, porque en México no se merece ese nivel, son insultos que no abonan a la de por si deteriorada imagen de los políticos.