Por: José Antonio Chávez
La prueba de fuego para el líder del PRI, Alejandro Moreno será la reforma electoral.
Es una reforma que el Presidente Andrés Manuel López Obrador apuesta por repetir la votación que registró la permanencia de la Guardia nacional en las calles hasta el 2028.
No es un tema ligero porque con esa decisión se están jugando la permanencia de la alianza Va por México, que integran el PRD con el PAN, de Marko Cortés y el PRD, de Jesús Zambrano.
La semana pasada el secretario de Gobernación, Adán Augusto que no suelta la operación en el Congreso con Diputados y Senadores, soltó, obviamente para levantar ámpula que esperaban repetir por la unanimidad con el PRI la reforma Electoral.
Desde luego que no se hicieron eperar ls reacciones del propio PRI, el coordinador d ellos diputados, Rubén Moreira desmintió de forma inmediata.
Que no hay acuerdos ni arreglos, que no hay nada y que los priistas no darán su voto a esa reforma que atenta contra el INE de Lorenzo Córdova.
No faltaron las voces que no dejan de echarle leña al fuego, son los que quieren que se reviente la alianza porque para el que manda en Palacio Nacional, simplemente debilitarla les asegura su triunfo en el 2024.
Bueno, el líder nacional de los priistas, Alejandro Moreno “Alito” salió a atajar que no hay nada de esos acuerdos y que no se trabaja con nada en las reformas del PRI con Morena.
Casi casi le dijo al secretario de Gobierno que no ande soltando mentiras que solo confunden, y que simplemente que no hay nada.
Alito aprovechó esta coyuntura para refrendar su postura y los acuerdos, los que recordó se firmaron en junio con el PAN y PRD que no pasaran ninguna de las tres reformas Constitucionales del Presidente, la Eléctrica, la Guardia nacional y esta última la Electoral.
Sabe el líder priista que los intentos de palacio nacional es buscar confundir a los electores para que se genere la percepción que los opositores están traicionando a México.
Obviamente, López Obrador le apuetsa por deshacer esa alianza porque sabe que los números, como partidos opositores incluso con Movimiento Ciudadano suman 3 puntos arriba de Morena y sus aliados de PT y Verde, 48-45.
Por eso su preocupación que lleguen unidos, en consecuencia, no pierda de vista que al acercarse los tiempos para el 2024, comiencen a salir nuevos expedientes o filtraciones contra priistas y hasta panistas.
Otro d ellos puntos que Alito soltó para aclarar es que la palabra del PRI se está cumpliendo conexas tres reformas y que no se confunda que la extensión de la Guardia nacional en las calles, no es más una reforma priista que nada tiene que ver con la parálisis constitucional que firmaron.
Citó que los panistas, cuando se firmó el acuerdo impulsaron un bloque de reformas y tampoco avisaron al PRI, obviamente no tenían por qué hacerlo, dijo Alito, porque simplemente es parte de sus trabajaos en la agenda legislativa que cada bancada tiene.
El acuerdo es el voto en contra de esas tres reformas y que los priistas están más que firmes, no habrá voto contra la reforma electoral que atenta contra la democracia y el INE.
Desde luego qué, sí los priistas se mantienen en ese escenario, entonces Alito pasará la prueba y en consecuencia reforzará la alianza y entonces si en diciembre estarán firmando doble ir amarrados hasta el 2024, no solo en la presidencial, sino en todos los cargos habidos y por haber y obviamente, un mal mensaje para el partido en el poder.
El perdón a Monreal
En Palacio Nacional el Presidente Andrés Manuel López Obrador parece que ya perdonó al líder del Senado, Ricardo Monreal.
Hay la instrucción de agendar un encuentro que no se sabe si será esos famosos desayunos con chilaquiles o tamales de chipilín.
Son los tradicionales desayunos en patio del palacio que escenificaban ambos, el Presidente y el líder de los senadores.
Eran los encuentros al inicio del sexenio para afinar las tareas legislativas y tocar los temas de la política nacional.
A medio sexenio, después del descalabro que sufrió la consentida del Presidente, Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México en 2021 al perder 9 de 16 alcaldías comenzaron a desconocerlo.
El tema es que lo culparon de esa derrota, sobre todo de la entonces delegación Cuauhtémoc, una de las más peleadas y que controlaba Monreal. Hoy, después de sacar reformas y más reformas, a pesar de la adversidad de no contar con los votos, le ha valido ese perdón.
Tal vez ya entendieron que Monreal no fue el culpable de la derrota en la CDMX, sino un cansancio-hartazgo de los capitalinos que se registra de manera natural, Igual que en aquel 1997 cuando el PRI perdió su histórico gobierno de toda la vida con el PRD de Cuauhtémoc Cárdenas. Fue el hartazgo y el cansancio. Algo así como que todo se paga.