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Refresqueras cuestionan nuevo gravamen

Tiempo de lectura: 2 minutos

refrescos· Logra tan solo una disminución del 1% de la ingesta calórica del mexicano, por lo que no resuelve el problema de la obesidad

· En el actual ambiente económico,  afecta mucho más a  los 52 millones de pobres. Es un nuevo impuesto que pagará el consumidor, provocando desempleo y el cierre de tienditas

· Profundiza la crisis del campo  mexicano en particular del cañero

· Agrede a la población de menores ingresos que es la de menor acceso a agua potable (siendo vulnerable a una mayor cantidad de enfermandes gastrointestinales)

 

Un impuesto especial como el que se propone en la iniciativa de la Ley de Ingresos para 2014:

 

1. NO soluciona el problema de la obesidad.  

2. Disminuiría el consumo calórico de la dieta en una mínima proporción y generaría problemas de informalidad, desempleo, baja de productividad, y afectaría en mayor proporción a las familias más pobres que representan a 52 millones de mexicanos.

3. Frena el crecimiento económico del país, ya que afecta la cadena productiva caña de azúcar, fruticultores, azúcar, proveedores, bebidas saborizadas, trabajadores y tienditas.

·      Genera desempleo e inflación. Provocaría entre 15 y 20% incremento en el precio al público de las bebidas saborizadas.

·      Es un impuesto que va a pagar el consumidor.

·      En el caso de refrescos, de prosperar esta iniciativa, el 35 % del precio al público serían impuestos, debido a que el refresco ya paga 16% de IVA.


4. Agrede a la población de menores ingresos que es la población con menor disponibilidad de agua en sus hogares y lugares de trabajo.

5. Provocaría el cierre de miles de pequeños comercios, ya que es una sus principales fuentes de ingresos.

6. No es congruente con los criterios de la reforma hacendaria manifestados por el Presidente:

·      No incentiva a la formalidad. La experiencia con los impuestos especiales demuestra lo contrario.

·      Que paguen los que más tienen.  Este impuesto afecta de manera desproporcionada a las familias de menores ingresos.

·      Afecta la productividad de la cadena, disminuye el empleo, la inversión y el crecimiento.


7. Es inequitativo, discriminatorio y desproporcionado. En el caso de los refrescos es el único alimento o bebida no alcohólica que ya paga el 16% de IVA.

8. NO resuelve el problema de obesidad. La dieta promedio del mexicano disminuirá en 35 calorías al día en el mejor de los casos. Lo que significa únicamente 1.1% del total de la ingesta calórica.

·      El consumo de cualquier alimento o bebida en particular no es causante de sobrepeso y obesidad sino los malos hábitos alimenticios y un estilo de vida sedentario.

·      No  existe relación  estadística concluyente que vincule el incremento de la obesidad con el consumo de bebidas saborizadas.

·      El sobrepeso y obesidad son problemas complejos de origen multifactorial.


9. No hay evidencia internacional que avale la eficiencia de un impuesto a  cualquier alimento o bebida para disminuir la obesidad.

10. No garantiza la disminución del contenido calórico de la dieta. El incremento de precio a estas bebidas ocasionará la migración hacia productos sin regulación sanitaria.