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Kiko Vega, del despilfarro a protector fiscal

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kiko vega· Videgaray, Sypi, GCLComunicación

· Fonhapo y Fonden, artífices de la reconstrucción

· Reintalan el Consejo Nacional de la Vivienda

 

Ayer se realizó la reunión que solicitó el gobernador elector de Baja California, Francisco “Kiko” Vega, al secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, con representantes empresariales de los estados fronterizos, a fin de analizar la homologación del IVA y la industria maquiladora en esa región del país.  

De acuerdo con la información oficial, la reunión fue fructífera pues Videgaray acordó crear de inmediato grupos de trabajo, a fin de generar “opiniones técnicas” que la Secretaría de Hacienda pueda transmitir a la Cámara de Diputados para que sean consideradas en el análisis de la Reforma Hacendaria. 

Está muy bien que Kiko Vega se preocupe por el sector empresarial de su región y cuide que el impacto fiscal no dañe a la creación de empleos y el desarrollo económico de la zona. Sin embargo, de lo que no habló fue si así como de cuidadoso, escrupuloso y transparente se ha manifestado en cuanto a la recaudación tributaria, lo será también en el ejercicio del gasto público durante su próxima administración en Baja California.  

Y es que durante su campaña política su equipo se distinguió precisamente por la opacidad y despilfarro en los gastos proselitistas y propagandísticos, a tal grado que superó por mucho a la maquinaria priísta y al candidato Fernando Castro Tentri, alfil nada más ni menos que de Manlio Fabio Beltrones. 

Entre los gastos innecesarios y despilfarradores se encuentra el haber contratado a un despacho de “relaciones públicas” del Distrito Federal llamado Soluciones y Programas Integrales www.sypi.com.mx, empresa hermana de GCLComunicación. Lo peor de todo es que dicha agencia se dedicó a solicitar a proveedores trabajos especializados relativos a la campaña de Kiko a los cuales hasta la fecha se niega a pagar. 

Entre otros clientes incautos de este par de agencias se encuentran también los gobernadores de Oaxaca, Gabino Cué, y Sinaloa, Mario López Valdez (Malova), y el poderoso grupo empresarial sinaloense Coppel. Seguiremos informado.

 

Fonhapo y Fonden, reconstrucción 

Y entrados en estos menesteres de los dineros, el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, dio a conocer que dos instituciones, el Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden) y el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo), son los que financiarán básicamente la reconstrucción de la infraestructura habitacional y urbana que resultó por los recientes huracanes. 

Es por ello que más temprano que tarde, el propio director general del Fonhapo, Ángel Islava Tamayo, hizo un llamado a la solidaridad de los empresarios mexicanos para unir esfuerzos y ayudar a resolver la difícil situación de cientos de comunidades devastadas por “Ingrid” y “Manuel”. Este fideicomiso, dice su director, está listo para entrar en acción, pero si hay ayuda mejor y seguramente la tendrá porque la solidaridad en este tipo de situaciones siempre ha sido más que evidente y la ayuda fluye. 

El Fonhapo comenzará su labor con la construcción de más de 200 casas en el poblado de La Pintada, en el municipio de Atoyac de Álvarez, del estado de Guerrero, donde el desgajamiento de un cerro enterró  parte del pueblo y fallecieron más de 70 personas. 

Entre los trabajos de reconstrucción se reinstalará también toda la infraestructura urbana, un kinder, una primaria, un centro de salud y un salón de usos múltiples para las actividades de la comunidad.

El fideicomiso de habitaciones populares ya realiza también acciones concretas para la construcción de casas nuevas, reparación e instalación de techos de lámina, en otras entidades afectadas por los huracanes, como en los estados de Morelos, Chiapas, Colima, Puebla, San Luis Potosí, Coahuila y Nuevo León.

Consejo Nacional de Vivienda 

El pasado lunes 7 de octubre, luego de más de cinco años de permanecer fuera de circulación, se reactivó el Consejo Nacional de Vivienda, el cual está integrado por representantes de los sectores empresarial, académico, organismos regionales de vivienda, asociaciones municipales, entidades financieras, organizaciones sociales y distintas dependencias de gobierno, entre otros. 

En su calidad de presidente del CNV, Jorge Carlos Ramírez Marín, titular de Sedatu, se refirió a las acciones que ha emprendido el gobierno de la República en materia de vivienda y aunque para muchos todavía no queda claro aún el rumbo de la nueva política, sobre todo, su instrumentación luego de haber echado por tierra prácticamente la política seguida durante los últimos doce años pues ahora, dijo, el desafío en la materia no es numérico, sino construir viviendas dignas en ciudades que lo permitan. 

De hoy en adelante, según lo expresado por Ramírez Marín, uno de los hombres más cercanos y de las mayores confianzas del presidente de la República, no se disociará el desarrollo urbano y la política de vivienda, que permita la calidad de vida a la que se aspira en el país. 

Sólo baste recordar que el sector de la vivienda ha sido uno de los motores del crecimiento y generadora de empleo, lo cual quedó demostrado en años previos a la crisis de 2008 y luego de ella fue más que evidente el soporte que fue para levantar a la economía. 

Seguramente algunas de las cosas que se hicieron en el pasado en materia de vivienda no resultaron tan malas como afirman muchos de los funcionarios federales de la actual administración. Algo bueno resultó y eso valdría la pena rescatar y darle continuidad, de ahí la importancia de la reinstalación del Consejo Nacional de Vivienda. Ojalá no se convierta en un ente burocrático más y termine siendo un elefante blanco, como muchos organismos que todavía se mantienen de pie.