Pulsa «Intro» para saltar al contenido

A propósito del Día Mundial de la Justicia Social

Última actualización el octubre 18, 2024

Tiempo de lectura: 3 minutos

-En México existen 35 hogares con jefatura femenina por cada 100 hogares con jefes hombres en condiciones de pobreza multidimensional. 

Por cada 100 pesos que gana un hombre por su trabajo, una mujer gana en promedio 75.

-En 2012, en promedio una mujer dedicó 22.1 horas semanales a los quehaceres domésticos por 7.8 horas dedicadas por los varones.

 

Justicia social

El concepto de justicia social apareció a mediados del siglo XIX, señalando las situaciones de desigualdad social, que definen la búsqueda de equilibrio entre partes desiguales, por medio de la creación de protecciones o desigualdades de signo contrario, a favor de los más débiles.

La justicia social se remite directamente al derecho de los sectores más desfavorecidos de la sociedad, en especial los trabajadores, y al goce de los derechos humanos sociales y económicos, conocidos como derechos de segunda generación, de los que ningún ser humano debería ser privado.

La Asamblea General de la Naciones Unidad proclamó el 20 de febrero el Día Mundial de la Justicia Social en 2007, al invitar a los Estados Miembros a dedicar este día a promover, a nivel nacional, actividades concretas que se ajusten a los objetivos y las metas de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y sus respectivos indicadores.

La celebración del Día Mundial de la Justicia Social está orientada a apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza, promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar y la justicia social para todos.

Con la finalidad de participar en la celebración de este día, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta una serie de indicadores generados para dar cuenta de las brechas de género, los cuales permitan visibilizar algunas desigualdades en el ejercicio de los derechos sociales, así como mostrar la relación de estas con la pobreza. Estos indicadores están basados en la metodología multidimensional de la pobreza, que en diciembre de 2009 fue publicada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) y sirve como fuente metodológica de la estadística oficial de pobreza en nuestro país. 


Indicadores sobre género y pobreza

Los indicadores a continuación presentado tienen su origen en el primer intento por parte del CONEVAL, de desarrollar un sistema de indicadores basado en que las diferencias socialmente construidas entre hombres y mujeres impactan las condiciones de vida de las personas, mediante una distribución desigual de los recursos (tanto económicos como no económicos) que, generalmente, coloca a las mujeres en situación de desventaja. Frecuentemente estas diferencias redundan en desigualdades que maximizan las carencias y la pobreza de las mujeres respecto de los hombres, aun cuando la supervivencia se organice de manera colectiva en hogares o familias.

Las dimensiones contempladas en el sistema de indicadores sobre género y pobreza son aquellas consideradas en la metodología desarrollada por el CONEVAL para la medición de la pobreza, además de otros tres espacios relevantes en el análisis de la desigualdad de género: el trabajo remunerado, el trabajo no remunerado y la composición de los hogares.

Brecha de género en hogares, según condición de pobreza

Las estadísticas demográficas y sociales han registrado desde hace algunos años una reconfiguración del papel que las mujeres desempeñan en sus hogares, lo que refleja el cambio gradual de ciertos estereotipos de género, mismos que conviven sin embargo, con la resistencia de otros.

Razón de hogares por sexo de la jefatura y edad del jefe o la jefa, 2012.

 justicia social1

 En 2012 y de acuerdo con información del Módulo de Condiciones Socioeconómicas de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (MCS-ENIGH 2012), por cada cien hogares con jefatura masculina, existen 34 que son dirigidos por una mujer. Esta razón aumenta según se incrementa la edad de las jefaturas, llegando a 58 hogares con jefatura femenina por cada 100 masculinas cuando el jefe(a) tiene 65 años o más.

Por otro lado, el papel mayormente activo de las mujeres como jefas de hogar está directamente relacionado con una mayor participación de ellas en el mercado laboral. En 2012 y de acuerdo con el MCS-ENIGH 2012, tres de cada diez hogares del país cuentan con una mujer como la principal perceptora de ingresos

Los hogares con jefatura femenina presentan características demográficas que revelan una mayor vulnerabilidad, particularmente por ser de un elevado número de integrantes. Ello se traduce en mayores necesidades de todo tipo. En 2012, los hogares dirigidos por mujeres que se encontraban en situación de pobreza contaban también con una relación demográfica desfavorable, pues contenían a más miembros dependientes que proveedores.

 

Leer Más…